Habitantes de Laredo temen ola de violencia por captura del Z-40

Los habitantes de Nuevo Laredo no hablan en público de la captura del líder máximo de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales y temen una nueva ola de violencia.

Los habitantes de Nuevo Laredo no hablan en público de la captura del líder máximo de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales y temen una nueva ola de violencia
Foto: Creative Commons
Agencias
Política
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Los habitantes de la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo no hablan en público de la captura en esta localidad del líder máximo del cartel de las drogas de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, y tampoco se mencionó nada al respecto en los periódicos locales.

Después de todo, este es un lugar donde aparecen cadáveres colgados en puentes, es frecuente ver que abandonan cabezas cercenadas en los caminos y aquellos que se atreven a protestar les caen granadas, todo en un esfuerzo por asegurar el reino de Treviño.

Discretos y lejos de las miradas entrometidas, los habitantes de esta ciudad en el estado de Tamaulipas esperan intranquilos una respuesta violenta, los residentes creen que su detención no pasará inadvertida.

Cuando atraparon al apodado “Z 40", de 40 años, traía 2 millones de dólares en efectivo, 8 rifles y unos 500 cartuchos.

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Nuevo Laredo tiene la sensación de una ciudad fronteriza donde el comercio manda. El centro es una parrilla de congestionadas y estrechas calles repletas de negocios.

El martes pasado, 4 camionetas pickup repletas de policías estatales armados con fusiles de asalto se estacionaron frente al ayuntamiento donde en otras ocasiones han caído granadas. No sorprende que un portavoz de la ciudad no quisiera hablar y que el alcalde no estuviera disponible. Las autoridades de la ciudad tampoco dijeron nada después de que desapareció el jefe de la Policía, Roberto Balmori Garza, excepto que esperaban que regresara.

Y siguen esperando.

Un camión de soldados se estacionó en medio de los vehículos Ford nuevos de una concesionaria a las afueras de la ciudad. Nadie quiso hablar ahí tampoco. Este es el arte de sobrevivir en Nuevo Laredo, las lecciones de la experiencia.

Ahora, la gente de la ciudad está a la expectativa, temerosos de que la sucesión pueda provocar una nueva ola de violencia.

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