Ayer se cumplió un año de que un grupo armado de al menos 20 individuos ingresó a la mina El Gallo 1, en la zona serrana del municipio de Mocorito, Sinaloa, de cuya bóveda sustrajo siete mil onzas de oro valuadas en 8.4 millones de dólares.
Se trata del cuarto robo de ese metal más importante a nivel mundial por su cuantía y el más grande en México, sin que hasta el momento haya detenidos por el denominado “robo del siglo”.
La empresa canadiense McEwen, encargada de explotar la mina referida, hizo público el atraco por medio de su página de internet, donde manifestó que era “extremadamente decepcionante” reportar un robo a mano armada en su zona de trabajo y que el seguro para ese tipo de incidentes no cubriría la totalidad del hurto.
El oro se encontraba todavía en 900 kilogramos de un concentrado aurífero; es decir, faltaban algunos procesos para lograr comercializarlo.
De acuerdo con el procurador de Justicia de Sinaloa, Marco Antonio Higuera Gómez, la indagación continúa abierta.