Al recibir la Espada y el Sable de Mando como jefe supremo de las Fuerzas Armadas, el presidente, Enrique Peña Nieto, pidió a los militares del país mantener la lealtad a las instituciones y respetar escrupulosamente los derechos humanos.
En la ceremonia realizada en Palacio Nacional, Peña Nieto instruyó a los miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) a comportarse con probidad en su vida privada y actos de servicio.