La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) afirmó que para prevenir la violencia en los planteles escolares es necesario un trabajo conjunto basado en la prevención, erradicación, rehabilitación y acompañamiento.
La presidenta del organismo, Consuelo Mendoza García, resaltó que el problema va más allá del aspecto educativo, pues se requiere la acción de todo el Sistema Integral de Protección a la Infancia y Adolescencia, de las procuradurías, del Sector Salud y de la participación activa de los padres de familias.
Propuso el reforzamiento de los trabajos de los centros locales de atención a la violencia, la habilitación de espacios de reconstrucción de la unidad familiar; prevención y rehabilitación de generadores y receptores de violencia, y vigilancia del cumplimiento de la ley.
Respecto a la violencia en el sistema educativo, subrayó la importancia de revisar y corregir las deficiencias del Programa Escuela Segura, involucrar a los padres de familia en la seguridad escolar, con la prevención y la contención, y contar con diagnóstico adecuado de la violencia en los planteles.
También, abundó, se debe capacitar a los docentes para que junto con los padres de familia puedan detectar, canalizar y educar a estudiantes que requieran atención a problemas de salud mental y emocional.