Durante el primer año de trabajo de la LXIV Legislatura, el Senado de la República aprobó en un ambiente de consensos y pluralidad reformas que sientan las bases para emprender la transformación de México.
Se realizaron cambios en materias de austeridad, combate a la corrupción, seguridad, para garantizar derechos, igualdad entre mujeres y hombres, pueblos originarios, niñez y adolescencia, en el ámbito laboral, entre otros.
En los dos periodos ordinarios de sesiones, las y los senadores llevaron a cabo cinco reformas a la Constitución Políticas, modificaron aproximadamente 66 ordenamientos y crearon cinco nuevas leyes.
Uno de los cambios constitucionales que se realizaron fue para ampliar la extinción de dominio y aplicar esta figura en delitos relacionados con corrupción, en aquellos cometidos por servidores públicos y en el robo de hidrocarburos.
Además, en un hecho histórico se modificaron, por unanimidad de todas las fuerzas políticas representadas en el Senado, diversas disposiciones de la Constitución en materia de Guardia Nacional.
Otra de las modificaciones consistió en extender la aplicación de la figura de prisión preventiva oficiosa para casos de abuso sexual a menores, feminicidios, uso de programas sociales con fines electorales, robo de gasolinas y uso de armas de fuego exclusivas de las Fuerzas Armadas, entre otros.
El Senado también reformó la Carta Magna para incorporar un mecanismo jurídico que permita imputar y juzgar al Presidente de la República, senadores y diputados federales, en caso de incurrir en hechos de corrupción y delitos electorales.
Asimismo, en este primer año legislativo se incluyó en el texto constitucional el reconocimiento de los pueblos afromexicanos como integrantes de la composición pluricultural de la nación.
En cuanto a las reformas que se realizaron a diversas leyes, se establecieron derechos para diferentes sectores de la población, como el que garantiza seguridad social a las parejas del mismo sexo o el otorgamiento de garantías laborales a las trabajadoras del hogar y médicos residentes.
Del mismo modo, se aprobó la creación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y se eliminó de manera formal al Estado Mayor Presidencial.
Por otro lado, se incluyó en la ley la posibilidad de que los servidores públicos que cometan actos de corrupción puedan ser inhabilitados.
También se respaldó la decisión de transformar al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) a Banco del Bienestar, con la finalidad de dotarlo de mayor capacidad de operación, especialmente, para el otorgamiento de los recursos que se ministran por medio de la política social.
Se creó el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, que reconoce a las comunidades originarias y afromexicanas como sujetos de derecho público.
El Senado sentó las bases para la transformación del país
