Al año suceden más de 100,000 homicidios en Latinoamérica y la mayoría de los países tienen tasas de asesinato con niveles de epidemia, de acuerdo a un informe del Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo.
El reporte “Seguridad Ciudadana con Rostro Humano: Diagnóstico y propuestas para América Latina” pone en evidencia los problemas de la delincuencia y la violencia en la zona.
También ofrece recomendaciones para mejorar las políticas públicas en materia de seguridad ciudadana:
- Alinear los esfuerzos nacionales para reducir el delito y la violencia, con base en las experiencias y lecciones aprendidas.
- Generar políticas públicas orientadas a proteger a las personas más afectadas por la violencia y el delito.
- Prevenir el delito y la violencia, impulsando un crecimiento incluyente, equitativo y con calidad.
- Disminuir la impunidad mediante el fortalecimiento de las instituciones de seguridad y justicia, con respeto a los derechos humanos.
- Potenciar la participación activa de la sociedad, especialmente de las comunidades locales, en la construcción de la seguridad ciudadana.
- Incrementar las oportunidades reales de desarrollo humano para los jóvenes.
- Atender y prevenir de modo integral la violencia de género en el espacio doméstico-privado y en el ámbito público.
- Salvaguardar activamente los derechos de las víctimas.
- Regular y reducir los disparadores del delito, como alcohol, drogas y armas, desde una perspectiva integral y de salud pública.
- Fortalecer los mecanismos de coordinación y evaluación de la cooperación internacional.