Santiago, capital de Chile, con sus 7 millones de habitantes, empezó a mostrar los primeros efectos del segundo día de un paro indefinido de los recolectores privados de basura, que demandan mejoras salariales y una reducción de su jornada laboral.
Poco más de la mitad de las 52 comunas del Gran Santiago están afectadas por la paro, en una ciudad que produce unas 12 mil toneladas de basura diarias. Los huelguistas estacionaron los camiones a la entrada de los recintos de acopio de basura, lo que está creando problemas para las comunas donde los servicios son municipales.
En la segunda jornada de huelga las bolsas con desechos no pudieron seguir al interior de muchos domicilios y empezaron a ser depositadas en las calles de Santiago. La situación se repite en 7 de las 15 regiones chilenas, que tienen una densidad poblacional bastante inferior.