La organización Boy Scout de Estados Unidos aplazó hasta mayo próximo su decisión para reconsiderar la prohibición de admitir a personas abiertamente homosexuales.
La directiva de los Boys Scouts ratificó el verano pasado su política de no admitir homosexuales en la organización, pero la semana pasada indicó que estaba reconsiderando la prohibición, y propuso permitir a los consejeros locales decidir sobre las reglas para la membresía.
“El directorio ejecutivo de los Boys Scouts de Estados Unidos concluyó que debido a la complejidad del asunto, la organización necesita tiempo para una revisión más detallada”, señaló en un comunicado.
Indicó que realizó consultas con “la familia scout”, oficiales voluntarios y recogió los comentarios de personas fuera del grupo que “refuerzan cuán profundamente la gente se interesa y cuán apasionados son acerca de la organización”.
En el seno de la organización, hay una fractura entre los grupos conservadores cuyas tropas patrocinadas por algunas iglesias podrían abandonar el grupo y aquellos que consideran que se dejaría la puerta abierta a las acusaciones de homofobia y discriminación.
Expertos consideran que el mantenimiento del control local de los grupos está en el centro del debate, debido a que casi 70 por ciento de las unidades de Scouts están respaldadas por grupos religiosos, cuya cultura conservadora generalmente se opone a la aceptación de los homosexuales.