Con un plazo de 9 meses para eliminar el arsenal químico del presidente sirio Bashar Al-Assad, los inspectores internacionales de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW) comenzaron la destrucción de las armas químicas y la maquinaria usada en su fabricación.
Funcionarios de Naciones Unidas en condición de anonimato informaron que se debe destruir la capacidad de Siria para producir armas químicas a más tardar el primero de noviembre, pero que una combinación de armas y equipo de producción ya fue eliminado.
La resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas estableció un plazo ajustado para que la OPCW elimine completamente el programa para mediados de 2014.
En una entrevista con un periódico, Assad dijo que el régimen sirio comenzó a producir armas químicas en la década de 1980 para ‘igualar la diferencia técnica del armamento tradicional entre Siria e Israel’.