Unos 1, 500 visitantes fueron desalojados el martes de la Catedral de Notre Dame en París después de que un hombre colocó una carta en el altar, sacó una pistola y se disparó en la cabeza.
Es el primer suicidio en décadas en este célebre monumento, dijo a The Associated Press monseñor Patrick Jacquin, rector de la catedral de 850 años de antigüedad.
“Fue un suceso desafortunado, dramático, estremecedor”, dijo Jacquin. Se desconocen los motivos del suicidio, así como el contenido de la carta.
Tras el disparo, la policía sacó a las personas de la catedral, dijo el ministro del Interior, Manuel Valls, en la gran plaza con piso de piedra ubicada frente a Notre Dame. “Pedimos compasión”, agregó.
La muerte del martes ocurre menos de una semana después de otro suicidio fuera de lo común que tuvo lugar en el centro de París, donde un hombre se mató de un disparo frente a una decena de niños alumnos de una escuela católica privada en la capital francesa.