Miles de intrépidos probaron este domingo su valentía corriendo junto a 6 toros de lidia por las calles de la ciudad española de Pamplona, en el primer día de encierro en el festival anual de San Fermín.
A pesar de que una gran multitud de corredores sólo 4 personas fueron atendidas por lesiones, dijeron las autoridades.
Una persona fue trasladada al hospital con una lesión en el brazo izquierdo y la otra recibió tratamiento por un hombro dislocado, dijo el portavoz de la Cruz Roja, José Aldaba.
El gobierno regional de Navarra, encargado de organizar el festival, informó que los heridos, fueron un australiano, un británico, un estadounidense y un español.
Hubo un momento de tensión cuando el último toro de la manada se desorientó y se dio la vuelta para mirar a los corredores, pero finalmente entró en la plaza de toros sin llevarse a nadie.
“Es enorme la cantidad de personas que hay aquí este domingo”, dijo Enrique Maya, alcalde de Pamplona.
Cada día, a las 8:00 de la mañana (0600 GMT), 6 toros de lidia correrán por las estrechas calles medievales de Pamplona acompañados del mismo número de novillos, cada uno llevando un cencerro. La festividad de 9 días en la norteña ciudad de Pamplona data de finales del siglo XVI.
La fiesta, inmortalizada por el escritor estadounidense Ernest Hemingway en 1926 con la novela “También sale el Sol” (The Sun Also Rises), es famosa por sus encierros diarios de toros y algaradas toda la noche.
El recorrido abarca 850 metros, desde el borde de la ciudad hasta el anillo central en la plaza donde los enormes animales se enfrentan a matadores y a una muerte casi segura en las corridas de toros por la tarde.
Los toros utilizados en la centenaria fiesta pueden llegar a pesar hasta 625 kilogramos y han matado a 15 personas desde que se tiene registro, en 1924.