En Sidney Australia, el Consejo Central de Tierras del Territorio del Norte, autorizó la matanza de más de 10 mil caballos de la raza Waler, argumentando la sobrepoblación de éstos y los escasos recursos para su supervivencia.
En 1830 estos caballos salvajes eran 14 mil, y para 1850 ascendieron a 160 mil, lo que da una idea de la rápida reproducción de estos animales.
La razón por la que se planteó y autorizó la matanza controlada de estos caballos, es porque se encuentran en la zona árida de Tempe Downs, ubicada al sureste de Alice Springs, donde el agua y alimentos para los animales son mínimos y muchos de estos animales presentan desnutrición y bajo peso.
Personal disparará a los caballos desde el aire, volando en helicópteros, esta forma, con la que se planea matarlos y en general su aniquilamiento, despertó protestas de organizaciones en defensa de los animales, ya que considera cruel e inhumano el método que se pretende usar.