El gobierno venezolano detuvo a cuatro personas vinculadas con un supuesto plan golpista contra el jefe de Estado, Nicolás Maduro, y que según la versión de las autoridades involucra a la oposición venezolana y al ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez.
“Entre los ejecutores (del plan) están Giovanny Vásquez, Jerónimo González, Manuel González y Yoel Méndez, quienes ya se encuentran detenidos”, informó el jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Gustavo González López, en declaraciones transmitidas por la estatal VTV.
Explicó que tres de estos sujetos “serían contratados para realizar una masacre” durante la marcha que se llevó a cabo en Caracas el 1 de septiembre cuando más de un millón de personas se movilizó para presionar por un referendo que ponga fin al mandato de Maduro.
Los cuatro detenidos serán imputados por delitos previstos en la justicia militar, entre ellos el de traición a la patria.
González aseguró que las investigaciones arrojaron “pruebas contundentes” que vinculan con estos supuestos planes golpistas al diputado al Consejo Legislativo del estado Zulia (oeste), el opositor Lester Toledo, sobre quien pesa una orden de aprehensión por financiación al terrorismo y asociación para delinquir.
De igual forma indicó sin mayores detalles que el dirigente Carlos Melo, el alcalde Delson Guárate y el ex alcalde Daniel Ceballos, a quien le suspendieron recientemente el arresto domiciliario y fue enviado por segunda vez a prisión, “se convierten en los principales promotores del plan conspirativo del 1 de septiembre”.
El ex ministro señaló que las fuerzas de seguridad están alertas, ya que los planes frustrados “han dado lugar a la planificación de posibles situaciones terroristas que podrían crear el ambiente del tan esperado y acariciado golpe de Estado por parte de sectores opositores en el territorio nacional”.
Añadió que han descubierto que estos atentados “tienen ya la planificación para ser ejecutados el 7 de septiembre”, para cuando la alianza de partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó a protestas en todos los estados de ese país sudamericano para seguir presionando por el referendo.
Por ello, informó que cuerpos policiales venezolanos realizaron registros en la frontera con Colombia, específicamente en una hacienda llamada El Morrongo donde se incautaron armas de variado calibre, fusiles, uniformes militares y documentos forjados relacionados con las supuestas tramas desestabilizadoras.
Por su parte, el partido Voluntad Popular (VP), liderado por el dirigente preso Leopoldo López, se encuentra bajo el escrutinio de las autoridades de seguridad de Venezuela por ser la organización que supuestamente estaría planificando un golpe de Estado contra el gobierno de Maduro.
Las autoridades del servicio de inteligencia sumaron más argumentos contra el partido VP y anunciaron próximas detenciones de otros participantes en el supuesto plan de golpe mientras los dirigentes de la organización denuncian una “arremetida brutal”.
Los opositores aseguraron que también han recibido amenazas directas el diputado Luis Florido, el alcalde del municipio caraqueño de El Hatillo, David Smolansky, y el coordinador encargado de la dirección nacional de Voluntad Popular, Freddy Guevara.
Por todo lo anterior, los dirigentes nacionales del partido opositor acudieron el lunes a la Fiscalía para denunciar la “arremetida brutal” en su contra, que ha dejado, según Guevara, unos “15 perseguidos políticos” entre presos, exiliados y personas en la clandestinidad.
El dirigente pidió el cese de la “persecución” política y de las amenazas por parte del gobierno de Maduro y exigió a la Fiscalía dar a conocer si existe o no un procedimiento legal contra el partido fundado por Leopoldo López.
Guevara dijo que el partido se pone a la orden para que se investigue “cualquier tipo de acusación absurda” en el que se quiera involucrar a los dirigentes “con un cambio no democrático en Venezuela” e invitó al gobierno a detenerlos “a todos”.
El coordinador de VP explicó que Nicolás Maduro acusó al partido de López por supuestamente estar montando un golpe de Estado y lo calificó como “banda terrorista” ante los medios de comunicación.
Por su parte, el presidente del Parlamento venezolano, Henry Ramos Allup, indicó que estas detenciones, así como las órdenes de captura contra Warner Jiménez, alcalde de Maturín (oriente), y contra el diputado Lester Toledo, no son señales de que el gobierno “quiera conversar o poner una tregua en su forma de proceder”.