La presidenta sudcoreana, Park Geun-hye, investigada por la justicia y tras perder la confianza de los ciudadanos y de su propio partido, anunció hoy que dimitirá antes de que acabe su mandato y dejó su cargo en manos del Parlamento.
La jefa de Estado instó a la Asamblea Nacional a organizar el calendario y los procedimientos legales para su dimisión y la correspondiente transferencia del poder, en su tercer discurso público desde que comenzara a destaparse hace más de un mes el caso de la “Rasputina coreana”.
De finalizar su mandato antes de tiempo, la primera mujer jefa de Estado de Corea del Sur sería también la primera en casi tres décadas de democracia en no completar su mandato de cinco años, que cumpliría en febrero de 2018 dos meses después de las elecciones presidenciales.
En su discurso televisado, Park también se comprometió hoy a “colaborar con la investigación” incluso antes de dimitir, a pesar de que solo un día antes se había negado a ser interrogada ante los fiscales después de que estos la señalaran como “cómplice” en el caso.