París estará superblindada con motivo de la visita del presidente estadunidense Donald Trump en ocasión del desfile por la fiesta nacional previsto para el viernes próximo.
Un dispositivo de seguridad extraordinario, con once mil policías y gendarmes, se agregará al despliegue de militares y agentes en las calles de Francia previsto para el estado de emergencia.
La visita de Trump y en especial su presencia en el desfile del 14 de julio en los Champs-Elysees, al lado de Emmanuel Macron, preocupan a las autoridades.
Para el prefecto Michel Delpuech, “el contexto indica una amenaza terrorista elevada” y “todo el personal disponible será movilizado”, incluidas las fuerzas especiales (BRI) que estarán “listas para intervenir en cualquier punto de la capital”.
Trump llegará el jueves y su seguridad es objetivo de “un trabajo compartido entre los equipos estadunidenses y franceses”.
Por ahora fue decidido que tres mil 500 policías y gendarmes estarán encargados de la seguridad del desfile, apoyados por dos mil 500 bomberos.
En el resto de la capital serán desplegados otros tres mil agentes. Los Champs-Elysees serán protegidos por “barreras o vehículos anticochebomba”, explicó Delpuech.
El prefecto pensó además en un dispositivo antidrones y blindar el espacio aéreo en torno de la Torre Eiffel, donde por la noche del viernes están previstos fuegos artificiales y un concierto de música clásica.