El ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, afirmó que el alto el fuego con la guerrilla de las FARC, que terminará el 31 de octubre en medio de la inesperada crisis en el proceso de paz, puede ser prorrogado cuanto sea necesario.
“La preservación del cese el fuego es del mayor interés para el gobierno, para la seguridad de la población civil, de las FARC y de nuestra fuerza pública”, declaró Villegas.
El presidente Juan Manuel Santos anunció el martes que el alto el fuego bilateral, que había empezado en agosto pasado y al que se le consideraba definitivo después de que las partes llegaran a un acuerdo, finalizará el último día de este mes después de que el pacto de paz fuera rechazado en el plebiscito del domingo anterior.
“No podemos prolongar este proceso ni este diálogo por mucho tiempo, pues estamos en una zona gris, una especie de limbo que es muy riesgoso y peligroso”, dijo Santos.
En respuesta, el máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Rodrigo Londoño, escribió en Twitter: “Juan Manuel Santos anuncia que el cese el fuego con las FARC va hasta el 31 de octubre ¿De ahí para adelante continúa la guerra?”.
El acuerdo, negociado durante casi cuatro años en La Habana, fue rechazado con 50.21% de los votos frente a 49.78 que se pronunció a favor de su implementación.
El mandatario colombiano tiene previsto reunirse con el principal promotor del “no” en el plebiscito, el ex presidente y ahora senador Álvaro Uribe, líder del partido de derecha radical Centro Democrático.
Uribe afirma que la negociación debe ser reabierta para hacer “correcciones”, a pesar de que el gobierno y las FARC dijeron antes del plebiscito que eso ya no era posible porque el acuerdo fue cerrado a finales de agosto.
También se reunirá con el ex presidente Andrés Pastrana, quien pidió votar por el rechazo al acuerdo aunque su Partido Conservador está al lado del gobierno en el proceso de paz con las FARC.
A raíz del resultado del plebiscito, el acuerdo de paz firmado el 26 de septiembre quedó en una situación incierta y la primera consecuencia es que los cerca de cinco mil 800 miembros de las FARC no han comenzado a dirigirse hacia los 27 sectores de concentración que estaban establecidos.
Varios dirigentes políticos y analistas han señalado que en caso de que la negociación no sea reabierta, el acuerdo de paz podría ser implementado directamente por el Congreso o por una Asamblea Constituyente que sería conformada para analizar el caso y de paso reformar la Constitución.
En tanto, el gobierno de Estados Unidos reafirmó su apoyo al proceso de paz en Colombia y anunció que el enviado especial, Bernie Aronson, estaba camino a Cuba, donde los negociadores colombianos están reunidos con las FARC.
El secretario de Estado, John Kerry, telefoneó al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, para reafirmar el apoyo estadunidense al proceso de paz, negociado durante cuatro años en La Habana.