Impulsores y simpatizantes del derecho a la tenencia de armas chocaron este miércoles en el Senado de Estados Unidos en el inicio de una difícil batalla legislativa para establecer nuevos controles ante la violencia armada en el país.
Una audiencia en el Comité Judicial del Senado evidenció la fuerte división que el tema causa entre los legisladores, algunos de los cuales declararon su oposición a esta iniciativa, pese al apasionado exhorto de una de las víctimas más notorias de esta violencia.
La audiencia fue abierta con una breve declaración de la ex congresista demócrata Gabrielle Giffords, quien compareció en compañía de su esposo Mark Kelly.
“Hablar es difícil, pero necesito decir algo importante: La violencia es un enorme problema, demasiados niños están muriendo, demasiados. Debemos hacer algo”, dijo Giffords pausadamente, evidenciando la dificultad para pronunciar sus palabras.
Giffords, ex legisladora por Arizona, resultó gravemente herida durante un ataque armado ocurrido en enero de 2011 en Tucson, en el que murieron 6 personas, incluida una menor de 9 años.
La propuesta para establecer un sistema de verificación universal está incluida en la iniciativa de ley presentada la semana pasada por la senadora demócrata Dianne Feinstein.
De igual modo propone restablecer la prohibición de Armas de Asalto que expiró en 2004 y prohibir la manufactura de cargadores de armas con una capacidad superior a 10 balas.
Pese a estos exhortos el senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, se declaró opuesto a estos esfuerzos, por considerar que infringen la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza el derecho a la tenencia de armas.