Aumentó a 41 el número de muertos a causa del terremoto de 7.8 grados Richter registrado el sábado en Ecuador, informó el vicepresidente Jorge Glas, quien pronosticó que la cifra seguirá en aumento en las próximas horas.
En un segundo reporte parcial del desastre, Glas indicó que la situación es “compleja” en varias localidades cercanas al epicentro, por lo que “desgraciadamente esta cifra de fallecidos va a aumentar”.
Debido al grado de destrucción que generó el fuerte sismo, existen “dificultades” para llegar a los lugares más afectados con elementos de la fuerza pública, maquinarias, médicos y ayuda, en particular en las localidades de Pedernales y Portoviejo.
El gobierno destinó tres mil 500 policías y 10 mil efectivos de las Fuerzas Armadas a las zonas más afectadas por el desastre, además del traslado de un hospital móvil por vía aérea.
El funcionario precisó que ya pidieron asistencia a organismos humanitarios internacionales para la movilización de rescatistas a los lugares más destruidos.
El terremoto, el de mayor magnitud en Ecuador desde 1979, ha generado al menos 55 réplicas, acotó la autoridad, quien insistió en llamar a la calma a los ciudadanos porque los movimientos se seguirán produciendo.
El movimiento telúrico causó cuantiosos daños materiales en las ciudades de Portoviejo, capital de la provincia de Manabí, en Manta y en Guayas. En Guayaquil también hubo severos daños
En ausencia del presidente Rafael Correa, quien se encuentra en El Vaticano, el vicepresidente Jorge Glas declaró el estado de excepción en todo el país “para resguardar el orden público” y llamó a los ecuatorianos a estar “muy alertas, con mucha cautela, que guarden la calma en este momento”.