Gran Bretaña tendrá nueva primera ministra el miércoles, luego de dos agitadas semanas en la que un referendo destronó al jefe de gobierno actual y las intrigas políticas derribaron a varios postulantes.
La secretaria de Interior, Theresa May, fue elegida líder después del retiro imprevisto de su única rival, quien dijo que el país necesita estabilidad en medio de la incertidumbre provocada por el voto a favor de salir de la Unión Europea.
El primer ministro David Cameron indicó que presentará su renuncia a la reina Isabel II el miércoles,,tras su última sesión en el Parlamento, en la que responderá preguntas de los legisladores.
En la puerta de la residencia oficial de 10 Downing Street, Cameron afirmó que “para el miércoles por la tarde tendremos un nuevo primer ministro en el edificio a mis espaldas”.
May, quien será la segunda mujer que ocupa el puesto después de Margaret Thatcher, dijo que se sentía “honrada y humilde” por haber sido elegida.
Cameron anunció su renuncia al perder la votación para la permanencia en la UE en el referendo del 23 de junio.
La designación de May difícilmente pondrá fin a la turbulencia política. De inmediato enfrentará la presión para iniciar las conversaciones formales de salida de la UE al activar el artículo 50 de la Constitución del bloque.
También se le reclama que busque un mandato de los votantes mucho antes de las elecciones generales previstas para 2020, aunque no está obligada a ello por ley. Los partidos opositores Laborista y Liberal Demócrata la exhortaron a hacerlo.
“Es inconcebible que Theresa May sea designada primera ministra sin haber ganado una elección dentro de su propio partido, ni que hablar del país”, dijo el líder liberal demócrata, Tim Farron.
Oliver Daddow, profesor de política en la Universidad de Nottingham Trent, señaló a su vez que a May le convendría llamar a elecciones mientras el laborismo esté desorganizado. “Tiene a su favor que el laborismo está en semejante lío. Tendría que estropearlo todo para no ganar”, dijo.