El “feliz entendimiento” que parecen vivir los principales partidos en México en la actualidad, contrasta con las divisiones, conflictos, rupturas, confrontaciones y luchas de poder que se registran al interior de esos mismos institutos políticos, así como los intentos de algunos por formar alianzas comunes en contra de otros y el intercambio de acusaciones y señalamientos entre la mayoría de ellos.
De hecho, los recientes acuerdos legislativos se lograron luego de una etapa de al menos 15 años en que, motivados más por sus intereses ideológicos o de fracción que por los intereses del país, los partidos se convirtieron en el principal obstáculo para emprender el camino de las grandes reformas.
En ese lapso, dicen los expertos, más que impulsores de las políticas de modernidad política, económica y social que demandaba la sociedad para abatir los rezagos acumulados, los grandes partidos nacionales se enfrascaron en disputas en las que los problemas quedaron en un lugar secundario frente a discusiones coyunturales de poca o nula trascendencia para la vida de los mexicanos.
Ese periodo de confrontación, falta de acuerdos, negociaciones frustradas y escándalos parlamentarios parece hoy cosa del pasado, en momentos en los que el acuerdo para impulsar grandes reformas contenido en el Pacto por México —firmado por PRI, PAN y PRD al inicio del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto—aparece como la gran solución del país para impulsar su desarrollo y generar mejores oportunidades de trabajo y bienestar de la población.

Sin embargo, la opinión generalizada de analistas es que esta “etapa dorada de acuerdos políticos” es más un producto de “negociaciones cupulares de las dirigencias partidistas, sin consensos y poca aceptación de los militantes”, lo que provoca revueltas internas y manifestaciones de rechazo al interior de los institutos políticos; sobre todo, como ha sido evidente, entre cuadros dirigentes y legisladores panistas y perredistas.
Además de las fuertes querellas que genera al interior de los partidos, la aparente concordia alcanzada para emprender un gran número de reformas —casi un centenar— choca con la desconfianza y el encono que mantienen varios sectores del PAN y PRD contra el PRI, por lo que a la par del discurso conciliador de sus líderes, persiste entre las filas de la oposición resquemor por el regreso del priismo al poder y no dejan de advertir el presunto riesgo de la continuación y sofisticación de ilegalidades electorales.
En un año de gran importancia electoral, los 14 comicios estatales en que estarán en disputa 930 municipios —casi la mitad del país—, poco más de 127 distritos locales y la gubernatura de Baja California, serán la gran prueba de la “luna de miel” que experimentan los partidos políticos, que a juicio de observadores sucumbirá frente al pragmatismo y el interés político-electoral que han antepuesto los partidos en otras ocasiones frente a las necesidades urgentes del país.
Desconfianza
El Partido Acción Nacional (PAN), de entrada, se encuentra en un profundo proceso de reestructuración interna con el que busca “reinventarse” frente a sí mismo y hacia la sociedad mexicana después del fracaso electoral sufrido en los comicios federales de 2012, donde perdió la Presidencia de la República, gubernaturas, capitales y municipios emblemáticos.
Las derrotas electorales han ahondado la confrontación que mantienen los grupos en su afán de controlar al partido, por lo que el camino de la reconstrucción se ha traducido en una férrea lucha por el poder por parte de las distintas fracciones blanquiazules.
Esas diferencias no sólo han marcado la vida interna desde hace seis meses, sino que han trascendido a la esfera pública y legislativa con críticas al liderazgo del presidente del PAN, Gustavo Madero Muñoz, y las decisiones que ha tomado, como la adhesión del partido al Pacto por México, motivo de fuertes discusiones en las instancias internas y hasta en los salones de los grupos parlamentarios de Acción Nacional.
Pese al riesgo y el costo político que asume Madero Muñoz al apostar por el Pacto —acuerdo con el que PRI, PAN y PRD pretenden realizar una amplia lista de reformas junto con el gobierno federal—, las resistencias en las filas panistas de quienes no son afines a la dirigencia nacional se han dejado sentir, sobre todo entre senadores y diputados federales que cuestionan el colaboracionismo de su dirigente nacional.
Pero está claro que el panismo no sólo está confrontado hacia el interior de sus filas, ya que mientras ese partido define con claridad el tipo de oposición que será durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto, mantiene la desconfianza contra el PRI, sobre todo en materia electoral.
El secretario nacional de Elecciones del PAN, Arturo García Portillo, por ejemplo, denuncia que el partido ha sufrido acometidas fuertes por parte del PRI, algunas de ellas ilegales, como la contratación de gente para sabotear sus procesos internos, así como ataques orquestados desde espacios controlados o donde influye el priismo: “Los gobiernos estatales (priistas) se han vuelto muy autoritarios; hacen operaciones a favor de ese partido sin ningún tipo de escrúpulos; le meten mucho dinero; algunas veces de manera ilegal; controlan los organismos estatales electorales y hay una operación priista avasallante”, afirma García Portillo en entrevista.
Adelanta que Acción Nacional planteará seriamente en los espacios de la Secretaría de Gobernación estas anomalías, ya que “no vamos a permitir que nos avasallen en elecciones inequitativas y quedar como si no pasara nada”.
García Portillo insiste en que las irregularidades en las que afirma está involucrado el priismo incluyen la integración de organismos electorales, que es inequitativa; hay estados que no quisieron hacer reformas electorales para adaptar las leyes locales con la federal, a lo que estarían obligados; otros se negaron a hacer redistritaciones, por lo que hay distritos muy grandes o muy pequeños para su conveniencia.
“No podemos darnos el lujo de dejarles pasar estas irregularidades, porque no hay manera de entrar a elecciones equitativas así. Y vamos a tener que hacer valer nuestra fuerza ante la Secretaría de Gobernación para contener los excesos autoritarios de los gobiernos estatales priistas, aunque sean de ellos mismos”.
Disyuntivas
En el PRI, las disyuntivas al interior y su relación con las demás fuerzas políticas de cara a estos procesos electorales son expuestos en entrevista por Samuel Aguilar Solís, secretario de Acción Electoral del PRI, quien dice que es de vital importancia ganar la mayoría de municipios posibles, congresos locales y el estado de Baja California en el presente año, para “subsanar lo que dejó la herencia de doce años de mal gobierno” panista.

Samuel Aguilar Solís, secretario de Acción Electoral del PRI (Foto: Internet)
“Lo vemos como un reto muy importante, de que al inicio del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto nosotros, como partido político, tenemos que hacer un gran trabajo para que redunde en resultados electorales que nos den los triunfos, porque será esa la manea en que el PRI vaya sumando apoyos al proyecto del presidente”, destaca.
Aguilar Solís asegura que el mandatario ha planteado desde el inicio de su gobierno un proyecto en el cual el país encuentre su rumbo nuevamente: “Hay que subsanar ese extravío que tuvimos durante doce años, incluso de presencia en el mundo, ya que antes éramos un país respetado y respetable en la escena internacional, en los organismos multilaterales. Teníamos, y eso nadie lo puede dudar, un liderazgo real en América Latina. Y sin embargo, la presencia de nuestro país se fue desvaneciendo”.
Sobre los pendientes que ve al interior del partido, está el de “respetar nuestra organicidad. ¿Qué pasa con los sectores? Aquí han estado representantes de los diversos sectores para platicar sobre cómo nos van a acompañar en estos 14 procesos electorales. Esto va más allá de asistir a un mitin o una convención; se trata de acordar cómo vamos a trabajar directamente en el territorio, en las colonias, en las fábricas y en los ejidos, para ir sumando en tierra el trabajo y alcanzar el triunfo para nuestro partido”.
—¿Influirán los acuerdos en el marco del Pacto por México en la manera de jugar en una contienda?
—Son campos diferentes. Está el de la contienda político-electoral; el de las plataformas; el de las ideas, para contrastarlas con nuestros adversarios políticos… Eso va a ser en un territorio, el electoral. En otro terreno, le corresponde al Congreso de la Unión construir o recibir las iniciativas que vienen del Ejecutivo federal para llegar a los acuerdos. Los partidos políticos debemos tener la madurez suficiente para saber qué es lo que estamos acordando. Y lo que hemos acordado de manera inicial en el Pacto se va a resolver finalmente en el Congreso, mientras lo que está en la contienda política, ideológica, electoral, se resolverá en esos territorios.

Enrique Peña Nieto visitó el Senado (Foto: Presidencia)
Aguilar destaca que la parte político-electoral de sus intereses partidarios no debe llevarlos a dejar de percibir, con una visión de Estado, la importancia de los elementos que contiene el Pacto por México. “Ese es el gran reto: tenemos que hacer acuerdos sustantivos, porque son arenas diferentes. Ojalá entiendan (los otros partidos) que pueden suceder contratiempos en alguna casilla y no por eso deberán dejar de cumplir el Pacto o no votar tal o cual iniciativa. Eso sería infantil” por parte de quienes asumieran tal posición.
Izquierda fragmentada
La posición del dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, en cuanto al respaldo a los recientes acuerdos políticos plasmados en el Pacto por México, agudizó la confrontación entre grupos internos en dos sentidos: por un lado enfrentó al perredismo con el Partido Nueva Alianza (Panal) y el sindicato de maestros; y, por otro, causó una disputa al interior del propio partido del sol azteca.
En el primer caso, llaman la atención las declaraciones de Zambrano cuando “saludó” la propuesta de reforma a la Ley General de Educación que presentó el gobierno federal como parte del Pacto por México.
Con la reforma educativa se da un 1er paso en pro de la educación y vs un poder fáctico que ha capturado a parte del Estado @prdmexico — Jesús Zambrano G (@Jesus_ZambranoG) diciembre 21, 2012
El dirigente perredista aseveró que esa propuesta tenía como “propósito afianzar el control del Estado en ese sector y recuperarlo de una camarilla que, durante décadas, ha retado al gobierno y que se fue apoderando y adueñando del sistema educativo nacional haciendo de la enseñanza básica su botín. Una camarilla que se ha constituido también en un obstáculo para el desarrollo democrático en general, y del sindicalismo en particular”.
En lo que respecta a la lucha interna, tan pronto Jesús Zambrano firmó el Pacto por México, el secretario general del partido del sol azteca, Alejandro Sánchez Camacho, descalificó dicha acción y habló de presentar una denuncia contra el dirigente nacional en los órganos internos del perredismo.
Sánchez advirtió que la conducta de su dirigente nacional “pone en riesgo la unidad del partido” y consideró que la diversidad y la pluralidad de pensamiento en el partido “no puede ser conducida de manera unilateral”.
Si haces click en la imagen podrás acceder al boletín oficial de Izquierda Democrática Nacional al respecto
Incluso, amenazó: “Sigue latente la amenaza de las reformas estructurales, las cuales se presentarán en septiembre”, y el PRD “se alista para detenerlas. Bajo ninguna circunstancia aprobaremos reformas estructurales”.
Si en el perredismo la situación es ambigua, por decir lo menos, en la otra parte de la “izquierda” es de clara confrontación: por parte de Movimiento Ciudadano (MC), el coordinador en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, lo primero que reprochó fue que el grupo parlamentario que representa ni siquiera fue convocado para firmar el Pacto.
Pacto de la unidad convertido en Pacto de La Ignominia. Está desapareciendo a la oposición y liquidando al Congreso.No se cambia un punto. — Layda Sansores (@LaydaSansores) diciembre 21, 2012
Y finalmente, en cuanto a los institutos políticos de izquierda, el Partido del Trabajo (PT), en voz del diputado federal Manuel Huerta, aseveró que el Pacto por México tiene dos debilidades: “Que no se consultó a la sociedad, por una parte; y, por otra, que sólo son buenos deseos”.
Huerta recalcó que la izquierda está “en contra” del Pacto aunque el dirigente nacional perredista lo haya firmado.
Así, con diferentes puntos de vista, los partidos de izquierda se confrontan entre sí, pues mientras el dirigente nacional perredista y los coordinadores parlamentarios en el Congreso, identificados con la corriente Nueva Izquierda, se pronuncian a favor del Pacto, los partidos del Trabajo y Movimiento Ciudadano se oponen a él.
@ahelguera @hecavazosa @loretitareyes @monerohernandez El Pacto por México retoma mucha Agenda del PRD. Nos oponemos a nuestras propuestas? — Fernando Belaunzarán (@ferbelaunzaran) enero 15, 2013
Con ello complican las posibles alianzas entre la izquierda, de cara a los 14 procesos electorales de este año.
Además, la ruptura entre la izquierda partidista se agudiza en la medida que se consolida el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), toda vez que no pocos legisladores perredistas y probablemente el PT y el MC se sumarán a esa fuerza política cuando, eventualmente, logre su registro.
A lo anterior hay que sumar que el secretario general del partido del sol azteca y buena parte de legisladores identificados con la corriente Izquierda Democrática Nacional se oponen a los acuerdos firmados por Zambrano, agudizando el encono al interior del partido.
Quizá lo único que haga posible la reconciliación entre todos los grupos, dirigentes y partidos de izquierda, es que se pongan de acuerdo sobre quién es el adversario a vencer en los próximos comicios de julio.
Divisiones
Considerado el cuarto más grande partido político en México, el Verde Ecologista (PVEM) ha asumido diversas posturas políticas derivadas de sus alianzas con otros institutos, además de confrontaciones internas como con otras fuerzas políticas.
Para muestra, un botón: al interior del Partido Verde en Michoacán, la aparente renuncia de su único representante en el Congreso del estado, César Morales Gaytán, resultó un duro golpe para este instituto político, que continúa en un proceso de reacomodo de piezas en la entidad.

César Morales Gaytan, ex diputado del PVEM (Foto: Internet)
En cuanto a la contienda electoral que se avecina, el PVEM de Aguascalientes asevera que “la guerra sucia que tienen actualmente PRI y PAN ocasionará que la población no acuda a votar” en julio próximo y que el gran ganador sea el abstencionismo.
Luego de la aprobación de la reforma educativa, el Partido Verde rechazó que haya apoyado el cobro de cuotas para ingresar a las escuelas o mantenerse en ellas, pues desde su punto de vista la reforma no lo prevé.
Tras la acusación del vicecoordinador del Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía, el vocero nacional del PVEM, Arturo Escobar, desmintió que esté a favor de que los padres de familia paguen contribuciones escolares y reprochó que algunos actores políticos insistan en ir en contra de los cambios que el país necesita.
Apoyamos las reformas de educación y evaluación, y reafirmamos nuestro compromiso en contra de las cuotas escolares. — Arturo Escobar (@arturoesc) diciembre 14, 2012
Criticó a los detractores que desestiman el esfuerzo del Congreso de la Unión, pues asegura que se han convertido en un obstáculo para el desarrollo de la calidad educativa y que “a través del engaño y la mentira buscan confundir a los mexicanos”, como “otras fuerzas políticas” lo han hecho.
Así, a pesar de que hoy el Partido Verde mantiene una aparente y sólida mancuerna con el PRI, ambos se confrontan entre sí, además de arremeter en ocasiones contra sus adversarios políticos.
“Excluyente”
El presidente del Partido Nueva Alianza (Panal), Luis Castro Obregón, afirma que están a favor de unir esfuerzos para aprobar las reformas que consideren son benéficas para el país y que coincidan con la plataforma de su partido, pero estima que se debe escuchar a todos, pues fueron excluidos del Pacto por México.
El pacto por México debe ser para todos y no partir de la exclusión #NuevaAlianza #Sinaloa ow.ly/fV6Fr — Luis Castro Obregon (@PresidenciaNA) diciembre 8, 2012
En entrevista, critica que el Pacto tiene como característica que las grandes fuerzas políticas se asociaron para lograr un acuerdo e impulsar reformas que si bien son necesarias para que el país avance, resultan de un acuerdo “elitista, excluyente, temporal e inestable”, aunque tiene objetivos que conviene impulsar.
Castro Obregón subraya que “en este pacto de cúpulas partidistas recuperaron varias propuestas de Nueva Alianza que fueron planteadas en la plataforma presidencial y que ningún partido político habló de ellas antes, como es el desarrollo sustentable, política cultural, reforma energética y reforma fiscal”.
#NuevaAlianza Su Grupo Parlamentario se mantiene atento a las negociaciones sobre las reformas hacendaria, energética y de seguridad social. — Luis Castro Obregon (@PresidenciaNA) enero 5, 2013
El líder partidista añade que “los otros partidos están de acuerdo con nosotros, pero no se atreven a decirlo. Ya empezaron a reducir los subsidios, aunque creo que en temas como este el acuerdo entre partidos podría pasar por un proceso de inestabilidad ante la discrepancia de opiniones”, finaliza.
Resquemor
Así, los acuerdos alcanzados por los dirigentes nacionales de los partidos más importantes del país provocan el rechazo de amplios sectores al interior de esos mismos institutos, por considerar que se traicionan principios doctrinarios o que no se consultó a las instancias correspondientes de decisión partidista.
Por eso, más allá del inusitado y poco frecuente ánimo de alcanzar acuerdos para impulsar reformas de amplio alcance, persiste el escepticismo de los analistas respecto de la duración de este estado de gracia partidista, sabedores del alcance electoral inmediatista que caracteriza a los partidos políticos en México. (Con información de J. A. Caporal, N. Vázquez, M. Mejía y Y. Tarango)