‘Guerra de tribus’ al estilo del PAN

Los bandos parecen estár muy bien definidos en el Congreso, pues mientras en el Senado la mayoría son “coderistas”, la bancada de San Lázaro tiene tintes “maderistas”.

La destitución de Ernesto Cordero como líder de los panistas en el Senado acentúo más las diferencias
Foto: Especial
Redacción
Nacional
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Por: Elidet Soto e Isaac Caporal

En pleno proceso electoral, miembros del PAN decidieron sacar a la luz pública sus problemas internos y desafiarse para ver quién tiene más aliados: Ernesto Cordero o Gustavo Madero.

Los bandos parecen están muy bien definidos en el Congreso, pues mientras en el Senado la mayoría son “corderistas”, la bancada de San Lázaro tiene tintes “maderistas”.

Según algunos diputados, esta lucha de egos entre los afines al ex presidente Felipe Calderón y los leales al presidente del PAN, desde hace varios meses tiene al partido distraído, con metas poco claras y dividido entre sus propias iniciativas y las del Pacto por México.

Los equipos en un inicio eran:

- “Maderistas”.
- “Calderonistas”.
- Los que apoyaban a Josefina Vázquez Mota.
- Los leales a Santiago Creel.
- El misterioso “Yunque”.

Sin embargo, en cuanto inició el primer periodo de sesiones de la 62 Legislatura los bandos comenzaron a moverse y el de los “Calderonistas” se convirtió en “Corderista”.

Los que apoyaban a Josefina, entre ellos Roberto Gil Zuarth, decidieron apoyar a Cordero; los de Santiago Creel se dividieron; los supuestos miembros del Yunque tratan de llevar la fiesta en paz con ambos bandos.

Costo electoral

Más allá de quién pertenece a qué bando, ¿esta división panista podría afectarlos electoralmente?

Según el diputado Rubén Camarillo, quien es fiel a Madero, las diferencias internas no deben anteponerse al bien del partido, por lo que descartó que en los resultados de las próximas elecciones locales se vean afectados.

Negó que el partido esté naufragando y que sólo son ajustes se tienen que hacer para una mejor operación política entre el CEN, diputados y senadores.

Roberto Gil Zuarth, de la tribu corderista, no coincide con su correligionario, pues aseguró que Madero causó problemas innecesarios en un momento clave para el partido.

“El dirigente, teniendo 14 elecciones locales, decide crear un conflicto de esta envergadura sin tomar en consideración las implicaciones y, sobre todo, por lo que se ve, sin tener claro cómo va a resolver de forma definitiva esta coyuntura”, dijo.

Para la senadora Adriana Dávila, cercana a Cordero, las diferencias se acentuaron cuando removieron al ex secretario federal como líder del PAN.

Incluso, dijo que el día en que se hizo oficial el nombramiento de Jorge Luis Preciado, los “maderistas” hicieron una junta sin consultar al bando contrario.

Recuento de los daños

La remoción de Ernesto Cordero como líder de la bancada blanquiazul fue la gota que derramó el vaso, pues desde que se firmó el Pacto por México comenzaron diferencias irreconciliables.

El propio Cordero aseguró en diversas ocasiones que el Pacto no debería impedirle a los senadores presentar sus propias iniciativas, pues parecía que la agenda del grupo había quedado relegada.

Poco a poco, el líder de la bancada panista fue tomando fuerza entre los senadores, a tal grado que más de una veintena lo apoyó cuando Madero, cansado de la rebeldía, decidió removerlo.

El pleito llegó hasta Harvard, donde el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa expresó, a través de Twitter, su molestia por las peleas entre los panistas.

Vieja regla del PAN: los asuntos internos se ventilan internamente. Cuando los presidentes la preservábamos el partido avanzó notablemente. — Felipe Calderón (@FelipeCalderon) 18 de mayo de 2013

Sin importar las criticas o el apoyo a Cordero, Madero impuso su liderazgo y removió al ex secretario de Hacienda. En su lugar quedó Jorge Luis Preciado.

El enojo de los senadores fue evidente, Javier Lozano, quien está en el bando de Cordero, fue el mas aguerrido.

Aunque los corderistas-calderonistas aseguran que no tolerarán que la agenda del Pacto por México pase como cheque en blanco, tampoco serán quienes impidan las reformas al país.

Entre tanta discordia, los panistas sólo coinciden en un punto: quieren la victoria en los próximos comicios, y para lograrlo deberán hacer a un lado las rencillas, de lo contrario sus pleitos podrían pasarles factura entre sus simpatizantes.

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