10 datos que debes saber del síndrome de alimentación nocturna

El síndrome de alimentación nocturna es un trastorno alimenticio que provoca hambre incontrolable por las noches.

Las mujeres son quienes más padecen este síndrome
Foto: Internet
Agencias
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El síndrome de alimentación nocturna es un trastorno alimenticio que provoca hambre incontrolable por las noches en quienes lo padecen.

Esmeralda Yelisse García Ortega, doctora del Hospital de Gineco-Obstetricia del Instituto Mexicano del Seguro Social en Jalisco explicó algunas particularidades de este síndrome.

1- Estas personas no desayunan y para el medio día y la tarde comen cualquier cosa, de manera que en la noche tienen un apetito excesivo y lo satisfacen con todas las calorías que no tuvieron durante el día.

2- El cansancio, párpados caídos, irritabilidad y poca tolerancia a la frustración, además de obesidad, se ubican entre las características de quienes padecen este síndrome.

3- Entre 1% y 3% de la población en general tiene este síndrome, entre cuyas particularidades más conocidas está el hecho de preferir alimentos ricos en grasas y calorías.

4- La población más susceptible está conformada por mujeres, con 39 años de edad en promedio, aunque también suele ocurrir en la adolescencia.

5- 30% de las personas con obesidad lo padece, pero no necesariamente la totalidad de quienes lo presentan está excedida de peso.

6- Es común que las personas con síndrome de alimentación nocturna sufran depresión, de ahí que el abordaje del síndrome de alimentación nocturna requiera la participación de psicólogos, psiquiatras y nutriólogos.

7- Como estas personas presentan situaciones de estrés, ansiedad y depresión muy marcadas, no hay una definición precisa que permita establecer si es una cuestión fisiológica o psicológica.

8- Se ha evidenciado es que los antecedentes familiares del síndrome de alimentación nocturna parecen influir de manera muy importante en su desarrollo y no tanto por una herencia biológica, sino por patrones de imitación.

9- Se recomienda evitar desajustes en los horarios de alimentación.

10- Es importante no omitir ninguna de las comidas recomendadas a lo largo del día, que son cinco: 3 principales y 2 refrigerios, y es fundamental que la cena sea por lo menos 3 horas antes de dormir.

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