Asma: enfermedad subestimada

El asma afecta a 300 millones de individuos en el mundo y a 8 millones en México.

Asma
Foto: Creative Commons
Lorena Ríos
Todo menos politica
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La combinación de una predisposición genética y la exposición ambiental de una persona a sustancias como contaminación del aire, polen, ácaros del polvo, pelo de animales, moho y/o humo de tabaco puede disparar el desarrollo de asma, enfermedad crónica de las vías respiratorias que afecta a 300 millones de individuos en el mundo y a 8 millones en México, de los que 4,500 pierden la vida cada año, de acuerdo con especialistas reunidos en el Foro de Expertos en Asma 2016.

El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias, la cual se caracteriza por inflamación y broncoconstricción, es decir, cuando una persona con esta condición entra en contacto con un elemento desencadenante como polvo o polen sus vías respiratorias se inflaman, se obstruyen y empiezan a producir moco en exceso, lo cual dificulta la respiración.

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Debido al calentamiento global y una carga genética para asma se prevé que pueda darse un incremento en el número de personas que presentan esta patología, la cual por desgracia se encuentra subdiagnosticada, con inadecuado apego al tratamiento, carente de una cultura del buen control y con deficiente comunicación entre el especialista y el paciente, señalan neumólogos nacionales y extranjeros.

“La predicción es que enfermedades como las alergias aumentarán y en el caso de asma esperamos que el problema empeore, aunque no sabemos en qué magnitud”, apunta Erick Bateman, fundador y director ejecutivo del Instituto del Pulmón de la Universidad de El Cabo, Sudáfrica.

En el asma, así como en todas las enfermedades oncológicas, el humo de tabaco tiene una gran responsabilidad, ya que si los padres o uno de ellos es fumador esto afecta a los hijos, quienes pueden desarrollar asma en el transcurso de su vida, alerta.

“La contaminación del aire, infecciones virales, aire frío, estrés emocional extremo como ira o miedo, ejercicio físico sin supervisión y hasta algunos medicamentos pueden disparar el cuadro de asma”, advierte.

En momentos en que en México aumentan los casos de influenza, el especialista menciona que un paciente asmático con buen control de la enfermedad y vacunado no corre mayores riesgos de una exacerbación de la enfermedad asmática. Por ello sugiere a las personas con asma que no han recibido el biológico aplicarse la vacuna lo antes posible.

Temperaturas elevadas

De acuerdo con investigaciones en territorio nacional se ha confirmado que en los estados de la República que se encuentran a nivel del mar y con temperaturas altas tienen el mayor número de casos, como Yucatán con 12.5%; Tabasco, 11.9; Veracruz, 8.9, y Baja California, 7.8 por ciento.

En tanto, la Ciudad de México registra 4.7% y Toluca 2% de prevalencia debido a sus bajas temperaturas, comparte Francisco Javier Torre Bolio, secretario de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax.

“El problema del asma es que existe un subdiagnóstico y el control de la enfermedad es muy pobre; de hecho, se estima que 90% de los pacientes está mal controlado”, señala el especialista.

Y destaca que cuando no hay cuidado pertinente el paciente presenta exacerbaciones o empeoramiento de los síntomas, que pueden llevar al paciente a ser hospitalizado o perder la vida.

“México está entre los primeros diez países con altos niveles de mortalidad, pero tiende a disminuir y a estabilizarse. Se estima que hay cuatro mil 500 fallecimientos al año por asma”, mientras que en Brasil, con 220 millones de habitantes, los decesos no superan los tres mil.

Además de la imposibilidad de respirar adecuadamente el asma produce insomnio debido a tos intensa por la noche, fatiga durante el día, disminución de la actividad y ausentismo escolar o laboral. En este punto, Torre Bolio menciona que de 2004 a 2013 el asma se ubicó entre las cuatro principales causas de hospitalización en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

Los costos económicos asociados con el asma se estiman entre los más altos de las enfermedades crónicas a nivel mundial y se cree que incluso superan a los de tuberculosis y el VIH-sida juntos. Las economías desarrolladas pueden esperar gastar hasta 2% de su presupuesto de salud en asma, calculan los especialistas.

Asma persistente

Aunque los síntomas de asma se pueden controlar con antiinflamatorios inhalados, considerados la piedra angular del tratamiento contra el asma, más de 40% de los casos presenta la sintomatología debido a que el paciente abandona el tratamiento indicado por el médico.

Por ello se investigó el uso de tiotropio, broncodilatador que se utiliza en la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) con resultados favorables, comparte Emilio Pizzichini, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario de la Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil.

Erick Bateman, del Instituto del Pulmón de la Universidad de El Cabo, explica en tanto que dicha molécula ha demostrado eficacia al mejorar en el paciente su función pulmonar y disminuir las exacerbaciones para respirar mejor en 24 horas. Asimismo, destaca que con el tiotropio se puede llegar a 80% de buen control en los pacientes. Precisa que este fármaco debe utilizarse en combinación con otro medicamento que ya reciba el paciente para potenciar el efecto y lograr una vida normal.

Por último, los expertos coinciden al mencionar que la mayoría de los pacientes tiene bajas expectativas de lo que puede lograr con el manejo del asma y desconoce que su condición puede mejorar: los pacientes con asma no deben tener ningún síntoma con el tratamiento que le indica su médico y tener tos no es normal en un paciente asmático, concluyen.

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