A los pequeños que ignoran la autoridad de sus padres y los rigen de manera voluntariosa y caprichosa para obtener lo que desean, rompiendo con la armonía que debe imperar en el hogar, se les denomina “niños dictadores”.
La especialista en Psicología Clínica, Esmeralda Yelís García Ortega, adscrita a la Unidad de Medicina de Alta Especialidad (UMAE) en Ginecobstreticia dio algunos consejos para evitar que tu hijo se convierta en un “niño dictador”.
Consejos
- No ceder a chantajes: con el tiempo los niños van asimilando que pueden controlar a sus padres mediante ciertas conductas manipuladoras, como lo son las rabietas, berrinches, el llanto y hasta el control de esfínteres, utilizándolos en forma de chantaje para cumplir su cometido.
- Fijar límites: “Un ejemplo sería cuando un niño quiere un dulce,explicar que los dulces se permiten sólo después de comer; de esta manera, el padre es el que dicta lo bueno y lo malo”, añadió.
- Explicarle al menor que el padre es el que tiene el control de las cosas: de esta manera los niños empiezan a normar conductas.
- No cargar traumas: Uno de los principales causantes de este fenómeno es el clima de estricta disciplina en que los ahora padres vivieron durante su infancia, donde su voluntad como niños no era tomada en cuenta, y ahora quieren actuar de manera contraria y evitar a sus hijos el trauma que vivieron ellos. Este tipo de culpa de los padres hacia los hijos llega a ser muy perjudicial porque aprenden a obtener lo que quieren de manera fácil y sencilla dejando a un lado la figura de autoridad que tendrían que desarrollar los padres.
- Autoridad: enseñar al niño que la figura de autoridad existe desde casa porque de lo contrario crecerán con la idea de que todo cuanto quieren pueden obtenerlo manipulando y chantajeando, lo que a su vez les generará conflictos en sus relaciones interpersonales.