“Los niños menores de cinco años son la población más vulnerable a la diarrea, dicho padecimiento es más frecuente y peligroso durante los dos primeros años de vida; el riesgo principal es la deshidratación, debido al vómito y evacuaciones, lo cual en el peor de los escenarios puede inducir al pequeño paciente a un estado de hipovolemia y fallecer”, advirtió Jorge A. Moreno Martínez, pediatra infectólogo.
En el marco del 40 aniversario de la Asociación Mexicana de Pediatría, donde se realizó la XVII Asamblea Mexicana de Pediatría, el especialista señaló que es primordial atender la rehidratación con soluciones y un medicamento que coadyuve a detener los síntomas; algunos recurrentes suelen ser antibióticos que pueden dañar la microbiota intestinal y no atacar a todos los agentes causantes.
Asimismo, dijo que existen otros que suelen detener la motilidad del intestino, es decir, el tránsito intestinal, lo cual lejos de expulsar virus, bacterias y hongos que originan la diarrea, los conserva en el intestino.
El infectólogo agregó que una de las nuevas sustancias para complementar el tratamiento de la diarrea es una arcilla natural denominada diosmectita, cuyo efecto es diferente ya que no detiene la motilidad intestinal y es capaz de combatir todos los agentes causantes, los adhiere a ella para ser expulsados ágilmente; lo más importante es que se puede administrar en bebés a partir de los tres meses de edad a diferencia de otras sustancias.
La European Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition y la European Society for Pediatric Infectious Diseases (ESPGHAN y ESPID) recomiendan que las intervenciones médicas efectivas, en el manejo de la diarrea, incluyan la administración de probióticos específicos, tales como lactobacillus GG o Saccharomyces boulardii, medicamentos coadyuvantes como la diosmectita y el administrar antibióticos solo en casos excepcionales.
El especialista añadió que la diarrea es la segunda causa de morbi y mortalidad en México en menores de cinco años, solamente rebasadas por las infecciones respiratorias, como la neumonía.