Dolor, señal de alerta para el organismo

Cuando las molestias persisten por más de 3 meses, se habla de un dolor crónico, condición que no solo afecta al paciente en su vida.

Dolor
Foto: Victor/Creative Commons
Redacción
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Más de 28 millones de mexicanos viven con algún tipo de dolor agudo o crónico. Es una sensación desencadenada por el sistema nervioso. El dolor se presenta en cualquier parte del cuerpo: cuello, espalda, pecho, abdomen, o muscular en brazos y piernas. Puede ser intermitente o constante. Esta sensación ayuda a indicar que hay un problema; sin esta alerta, las personas podrían lastimarse sin saber. Cuando el malestar es atendido, el dolor suele desaparecer.

Se estima que 50% de las personas que tienen dolor en México lo sufren en la parte baja de la espalda o lumbalgia, derivado de una mala postura por sobrepeso u obesidad.

Una tercera parte tiene dolor por problemas de cáncer y el resto por diversas enfermedades, como padecimientos reumáticos, neuropatía diabética, dolor siquiátrico, fibromialgia, entre otras.

Eduardo Nuche Cabrera, médico anestesiólogo, algólogo y presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD), advierte que la gran mayoría de las personas que sufren dolor en México no tiene acceso a tratamientos seguros y eficaces para mitigar esta afección. Y por otro lado, recurren a la automedicación o al abuso de fármacos que a la larga generan otros males.

Más grave aún, añade Nuche, es que 70% de los afectados carece de tratamientos para el control de las molestias o tiene un manejo inadecuado.

“Cuando se tiene una enfermedad, el dolor que sufren los pacientes es complejo entenderlo, puesto que el espectro de dolor en cada persona es muy diferente. Cuando las molestias persisten por más de tres meses, entonces se habla de un dolor crónico. Y esta condición no solo afecta al paciente en su entorno laboral, escolar o social, sino que repercute en el estado anímico de la familia”, señala el especialista.

“El dolor es una señal de que algo está mal en el organismo. Es un aviso de que el cuerpo humano no está en un equilibrio adecuado y esto perturba el bienestar integral. Es una experiencia sensorial desagradable pero que es necesaria para la supervivencia. Un paciente con dolor tendrá angustia, depresión, malestar… y de ahí la importancia de contar con un diagnóstico y herramientas farmacológicas adecuadas”, explica Nuche Cabrera.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial entre 25 y 29% de la población padece dolor, mientras que información de Human Rights Watch refiere que la disponibilidad de cuidados paliativos en México es desigual y limitada.

Hasta octubre de 2014, siete de 32 estados de México no tenían ni un solo hospital que ofreciese estos cuidados, y en otros 17 los servicios solamente existían en las ciudades capitales.

Por ello los especialistas exhortan a garantizar una atención incluyente y digna para los pacientes, así como ofrecer capacitación adecuada a los profesionales de la salud para que brinden cuidados paliativos de calidad.

Primer escalón

Los analgésicos son medicamentos que tienen la finalidad de reducir o aliviar el dolor de cabeza, dental, muscular o articular. Cada malestar es específico, por lo que también existe una amplia variedad de fármacos destinado para controlar y desaparecer las dolencias.

Asimismo, cada persona tiene una respuesta diferente al dolor y cada quien tiene un umbral del dolor específico, por lo que se deberá elegir el analgésico adecuado.

Los medicamentos de venta directa (OTC, por sus siglas en inglés) son adecuados para combatir muchos tipos de dolor. Existen dos tipos principales de analgésicos sin receta: acetaminofén y antiinflamatorios no esteroideos (AINES).

El ácido acetil salicílico, el naproxeno y el ibuprofeno son algunos ejemplos, los cuales no requieren receta. En caso de que el dolor persista, se recomienda solicitarle al médico que le indique un producto más fuerte.

Calidad de vida

El tema del dolor se ha convertido en un problema frecuente en el país, por lo que organizaciones civiles unieron esfuerzos para crear una red en pro del acceso y la disponibilidad de tratamientos seguros y eficaces, menciona Miriam del Consuelo Sánchez Arroyo, presidenta de la Asociación Mexicana de Farmacovigilancia.

“A través de la Red del Dolor buscamos lograr que los pacientes tengan acceso a tratamientos, que exista una distribución eficaz de medicamentos básicos, capacitar a médicos y enfermeras sobre las nuevas opciones terapéuticas; además buscamos que el Seguro Popular lleve los servicios de cuidados paliativos a enfermos terminales de comunidades lejanas y ofrecer una atención de calidad”, señala.

Michelle Charlotte Coulon Herbelin, del Centro de Cuidados Paliativos de México IAP, señala por su parte que trabajan en un modelo de atención integral para atender a pacientes que sufren una enfermedad terminal (por cáncer), de preferencia en sus domicilios. “Se

trata de pasar del sanar al cuidar, involucrando al paciente en la toma de decisiones de su tratamiento. No se busca acelerar ni retrasar la muerte: lo que se busca es que los pacientes vivan tan activamente como les sea posible”, expone.

Con los cuidados paliativos se busca el cuidado activo y total de los pacientes cuya enfermedad no responde al tratamiento curativo. Se busca controlar el dolor y demás síntomas, así como dar atención emocional al paciente y a su familia. Esto se logra a través de un equipo interdisciplinario formado por el médico, enfermero, sicólogo, tanatólogo y trabajador social, concluye.

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