Cada año, alrededor de 1.38 millones de personas se enteran que padecen cáncer de mama, la mayoría de ellas son mujeres en edad productiva, como Laura Ramírez, quien a los 42 años de edad fue diagnosticada, y tras un largo tratamiento pudo vencer a la enfermedad.
Laura corrió con la suerte de haber detectado a tiempo el cáncer y contar con un tratamiento adecuado para no ser parte de los 458 mil decesos que cada año cobra esta enfermedad a nivel mundial, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.
A pesar de no conocer a Laura Ramírez, desde hace seis años el grupo de investigación de Juan Pedro Luna Arias, en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), estudia diversos biomarcadores y alternativas para conocer mejor el cáncer de mama, y ofrecer a más personas el éxito que tuvo Laura en su lucha contra el padecimiento.
La investigación del experto del Departamento de Biología Celular del Cinvestav es particular, pues al mismo tiempo que analiza los posibles biomarcadores que se asocien con el crecimiento de tumores malignos en la mama, desarrolla nanopartículas que pueden ser empleados en novedosos tratamientos capaces de atacar específicamente a células cancerígenas; es decir, está involucrado tanto ciencia básica como aplicada.
En el caso del estudio de los biomarcadores (desarrollado por Karla Calderón González), Luna Arias mencionó que su propósito es identificar aquellas moléculas relacionadas con el desarrollo, crecimiento o multiplicación de las células cancerígenas. Lo que hasta ahora han obtenido los expertos del Cinvestav es que muchas de esas moléculas que son reconocidas como biomarcadores de cáncer de mama están también involucradas con el desarrollo de otros padecimientos, por lo que se debe considerar a más de una molécula antes de establecer un diagnóstico.
La investigación de los biomarcadores ha servido también para proponer el uso de nanopartículas en el tratamiento el cáncer de mama. En ese sentido, el grupo de Luna Arias se ha decidido crear partículas de hidroxiapatita, un compuesto de fosfato de calcio cristalino que resulta biocompatible con el organismo humano.
“Gracias al estudio de los biomarcadores pudimos detectar posibles blancos que son de utilidad para el desarrollo de tecnología que nos permita atacar exclusivamente a esas células. Fue así como Fabiola Hernández (parte del grupo de investigación) sintetizó nanopartículas de hidroxiapatita para el desarrollo de posibles tratamientos de este tipo de cáncer”, comentó el investigador.
Si bien el uso de nanopartículas en la lucha contra el cáncer será cada vez más frecuente y ofrecerá mejores resultados para los pacientes, por ahora una las herramientas más importantes es el diagnóstico oportuno, por lo que el investigador del Cinvestav instó a todas las personas a realizarse chequeos regulares, a fin de que, como lo hizo Laura Ramírez, cada vez haya más casos de sobrevivencia a este mal.
Estudian terapias con nanopartículas para cáncer de mama
Estudia diversos biomarcadores y alternativas para conocer mejor el cáncer de mama
