Fatiga mental, enemiga de la productividad

El estrés laboral, origen del cansancio mental, representa pérdidas de entre 0.5 y 3.5% del PIB

Fatiga crónica
Foto: Kurhan
Lorena Ríos
Todo menos politica
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La fatiga mental, causada por el estrés laboral, es cada vez más recurrente debido a un número cada vez mayor de estímulos a los que están expuestos los trabajadores.

De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el país supera en casos de estrés laboral a China y Estados Unidos, con 75% de empleados que reportaron que lo padecen.

El estrés, que deriva en cansancio mental y puede incluso llevar a problemas sicológicos y emocionales más profundos, representa pérdidas de 0.5 a 3.5% del Producto Interno Bruto de un país, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El agotamiento mental es una consecuencia de los horarios y el estrés que caracterizan la vida laboral en la actualidad: “El cansancio, tanto mental como físico, se relaciona con un vivir acelerado. Tenemos tiempos de entrega cortos, nos llenamos de actividades, pero también nos saturamos de estímulos, los cuales han incrementado gracias al avance de la tecnología”, explicó Georgina Tepale Palma, académica perteneciente al Programa de Atención Estudiantil de la Universidad Iberoamericana.

“Es decir, no solamente centramos nuestras energías en algo específico, sino que queremos concentrarnos en tres o cuatro cosas a la vez, lo cual termina por sobresaturarnos”, añadió.

En última instancia, puede llevarnos a experimentar algo conocido como el síndrome de Burnout, un padecimiento que incluye fatiga crónica, ineficacia y negación de lo ocurrido.

Tepale precisó que el Burnout “está asociado a una frustración y un descontento que después se va convirtiendo en depresión, enojo u otra situación. La persona está imposibilitada para controlarlo y atenderlo”.

De acuerdo con la investigadora se puede definir como cansancio a la manifestación, tanto mental como física, de los efectos del estrés en el organismo. El cansancio, agregó, disminuye la capacidad de respuesta de la persona y generalmente tiene múltiples causas, porque implica una afectación a todo el organismo, desde la parte física, mental y emocional.

Recordó que el estrés repetitivo puede alterar físicamente nuestro cerebro e incluso modificar la manera en la que aprendemos, recordamos y tomamos decisiones. Hay estudios que incluso han encontrado que un cerebro agotado podría reducir de tamaño.

La incapacidad de descansar puede tener consecuencias relacionadas con trastornos psicológicos y emocionales, como la depresión y la ansiedad generalizada. También, en palabras de la especialista, provoca tensión muscular, lo cual da origen a calambres, contracturas musculares, gastritis, colitis y dificultades para dormir.

Además provoca irritabilidad: es común que las personas cansadas no tengan la misma disposición para hacer sus tareas y se muestren intolerantes con los demás.

La sicóloga recomendó varias técnicas para afrontar la fatiga mental, entre las que incluyó la importancia de tomar pausas breves en el trabajo o en el estudio. Sin embargo, subrayó que, aunque tomar descansos es aconsejable, se debe tener cuidado con las distracciones que alargan el tiempo de las pausas, lo cual se puede evitar con la programación de alarmas.

También subrayó la importancia de pedir ayuda: muchas veces las personas con fatiga mental son aquellas cuya actitud en la vida estriba en hacer las cosas completamente por sí mismas.

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