Invertir para evitar pobreza y analfabetismo

De continuar con la tendencia actual, 69 millones de menores de cinco años morirán en 2030 en el mundo  

Informe Unicef
Foto: NTX
Lorena Ríos
Todo menos politica
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Si continúan las tendencias actuales en 2030 (la fecha límite para los Objetivos de Desarrollo Sostenible) por lo menos 69 millones de niños y niñas menores de cinco años morirán debido a causas evitables, 167 millones vivirán en la pobreza y 750 millones de mujeres se habrán casado siendo aún niñas, según el informe publicado por el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef).

Este destino podría revertirse si el mundo concentrara sus esfuerzos en garantizar la equidad y mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas en circunstancias más desfavorecidas, asegura la agencia de Naciones Unidas.

En el Estado Mundial de la Infancia, el informe anual más relevante del organismo, se describe un panorama desolador sobre el futuro que le espera a los niños y niñas más vulnerables del mundo si los gobiernos, los donantes, las empresas y las organizaciones internacionales no aceleran los esfuerzos para responder a sus necesidades.

“Negar a cientos de millones de niños una buena oportunidad en la vida significa algo más que amenazar su futuro: al exacerbar los ciclos intergeneracionales de desventaja se está poniendo en peligro el futuro de sus sociedades”, dijo el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.

Agregó que “tenemos una opción: invertir ahora en estos niños o permitir que nuestro mundo sea aún más desigual y esté más dividido”.

El informe señaló que se han logrado avances considerables en la tarea de salvar las vidas de miles de niños y niñas, y de lograr que vayan a la escuela, así como de sacar a muchos de ellos de las condiciones de pobreza en las que vivían.

En todo el mundo las tasas de mortalidad en menores de cinco años se redujeron en más de la mitad desde 1990; los niños y niñas asisten a la escuela primaria en igualdad de condiciones en 129 países; y el número de personas que viven en extrema pobreza en todo el mundo es casi la mitad de la que vivía en esas condiciones en 1990.

Pero este progreso no ha sido igual en todos los países, ni justo, señaló la investigación. Los niños más pobres tienen el doble de probabilidades de morir antes de cumplir cinco años de edad y de sufrir desnutrición crónica que los niños y niñas con mayores recursos.

Aunque la educación es un elemento clave para cerrar las brechas de la desigualdad, el número de niños, niñas y adolescentes que no asisten a la escuela ha aumentado a nivel global desde el 2011 y una proporción significativa de los que acuden a la escuela no logran aprender.

Aproximadamente 124 millones de niños no reciben hoy en día enseñanza primaria o secundaria, y casi dos de cada cinco alumnos que terminan la escuela primaria no han aprendido a leer, escribir o hacer cálculos aritméticos simples.

El informe presentó datos que confirman que invertir en la niñez y adolescencia más vulnerable puede generar beneficios inmediatos y a largo plazo. Las transferencias de efectivo, por ejemplo, han demostrado ser de utilidad para ayudar a que los niños y niñas permanezcan en la escuela más tiempo y que avancen a niveles superiores de la enseñanza. La desigualdad no es inevitable ni insuperable, sostuvo el informe. Obtener mejores resultados en la niñez más vulnerable, aplicar soluciones integrales a los desafíos que enfrentan los niños y las niñas, establecer formas innovadoras de abordar problemas, realizar inversiones más equitativas y aumentar la participación de las comunidades, son medidas que pueden ayudar a brindar oportunidades justas para niños, niñas y adolescentes desde el comienzo de la vida, concluyó el estudio de Unicef.

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