Para los menores de edad seguir patrones de comportamiento de los adultos, como una alimentación poco saludable y una vida sedentaria, son factores que repercuten en su peso corporal, generando daños en su autoestima, inseguridad, ansiedad y depresión.
La obesidad en niños y adolescentes puede ser además factor de riesgo para que desarrollen diabetes, advirtió la jefa de Endocrinología y de la Clínica de Diabetes del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIM), Leticia García Morales.
La especialista explicó que en la Clínica de Diabetes del citado hospital la prevalencia de diabetes infantil se incrementó 35% debido a la obesidad.
Con base en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Enasanut) 2012, la diabetes mellitus afecta a 9.2% de la población adulta del país.
Leticia García aseveró que los antecedentes familiares de diabetes mellitus y el bajo peso al nacer, además de diabetes gestacional y aumento de peso mayor a lo que debe ser, que es de diez a 13 kilogramos, son factores que influyen para que el menor pueda presentar la enfermedad.
Las primeras señales de alerta son orinar mucho, inapetencia, cansancio, sed y pérdida de peso.
Expuso que el tratamiento consiste principalmente en modificar el estilo de vida, seguir una dieta balanceada, adecuada y libre de azucares simples, realizar ejercicio y aplicar la insulina de manera correcta con el objetivo de evitar que la reserva del páncreas se agote.
Finalmente, la jefa del Departamento de Endocrinología recomendó adoptar hábitos alimenticios sanos y consumir cereales, frutas, verduras y leguminosas, además de reducir las proteínas.
El Hospital Infantil de México implementa estrategias para la atención de esta población, mediante talleres de educación sobre la enfermedad, automonitoreo, aplicación de insulina, alimentación sana, ejercicio y tratamiento sicológico.