Prevención del ojo seco

Sensación de dolor, irritación, visión borrosa, ojos llorosos y aumento de sensibilidad a la luz  

Ojo seco
Foto: Taolmor
Lorena Ríos
Todo menos politica
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El ojo seco es una enfermedad lenta y progresiva que afecta la producción y evaporación de la lágrima. Entre las principales causas de esta condición están el uso de pantallas, teléfonos inteligentes, videojuegos y dispositivos digitales en forma excesiva, lo que provoca fatiga visual y sensación de sequedad, debido a la reducción de parpadeos por minuto.

“Entre las principales causas del desarrollo de ojo seco destaca la edad, reemplazo hormonal estrogénico, antihistamínicos, radioterapia, deficiencia de vitamina A y la hepatitis C. Otros factores de riesgo son la diabetes mellitus, VIH-sida, quimioterapia sistémica y disfunción ovárica, entre otros”, señaló Alejandro Navas, médico adscrito al Departamento de Córnea y Cirugía Refractiva del Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana.

De acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología la condición se presenta cuando una persona no cuenta con la calidad y cantidad suficiente de lágrima para lubricar el ojo, en específico la córnea; la buena lubricación evita el contagio de infecciones y mantiene claridad en la visión.

En este sentido, el especialista recomendó sentarse a 60 centímetros de distancia, mantener el monitor hacia abajo, reducir su brillo, usar lubricantes, recordatorios de parpadeo y descanso que sigan la regla 20-20-20 (cada 20 minutos mirar a un objeto a 20 pies por 20 segundos).

Para lograr el diagnóstico, dijo, “en algunos casos es necesario realizar pruebas para determinar la cantidad y calidad de la película lagrimal. Una persona realiza aproximadamente de 15 a 20 parpadeos por minuto; cuando la vista se expone a un aparato electrónico, la cifra puede descender a la mitad o incluso a una menor cantidad, provocando resequedad en la córnea”, advirtió Navas.

Destacó que no es una enfermedad exclusiva de adultos, sino que este mal también puede afectar a niños y adolescentes, quienes pueden llegar a percibir sensación de dolor, irritación, visión borrosa, ojos llorosos y aumento de sensibilidad a la luz.

Finalmente, resaltó que el padecimiento no puede ser erradicado en su totalidad, pero es posible emplear tratamientos acordes a las necesidades de cada paciente para mantener la lubricación de los ojos.