Resistencia bacteriana, por abuso se antibióticos

Ocurre cuando las bacterias que se encuentran de manera natural en el cuerpo desarrollan mecanismos de defensa contra los medicamentos

Abuso de antibióticos
Foto: Khwanchai Phanthong
Lorena Ríos
Todo menos politica
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El uso indiscriminado de antibióticos, repetición de tratamientos desde la edad pediátrica y no concluir las dosis indicadas por un médico generan que bacterias, virus, hongos o parásitos desarrollen resistencia a los antibióticos, situación que “ya es una gran amenaza para la salud pública”, según la OMS.

La resistencia se produce cuando las bacterias sufren cambios que hacen que los antibióticos dejen de funcionar en las personas que los necesitan para superar infecciones.

Esto se ha convertido en una realidad en todas las regiones del mundo y es una situación que puede afectar a cualquier persona, sin importar la edad o la región en que habite, advirtió la Organización Mundial de la Salud.

Amigos o enemigos

Especialistas en infectología pediátrica advierten que sin antibióticos eficaces para prevenir y tratar las infecciones, realizar trasplantes de órganos, quimioterapias para pacientes con cáncer, procedimientos para personas con enfermedad renal, cirugías mayores como de cadera y tratar las complicaciones de la diabetes se convertirán a la larga en tratamientos de muy alto riesgo.

“Las bacterias siempre han convivido con el hombre. Y nosotros estamos plagados por millones de ellas. La resistencia bacteriana ocurre cuando las bacterias que se encuentran de manera natural en el cuerpo desarrollan mecanismos de defensa contra los medicamentos y ante cualquier caso de infección, por común que esta sea, son usados de forma indiscriminada”, explica Antonio Luévanos Velázquez, presidente de la Asociación Mexicana de Infectología Pediátrica.

El especialista comenta que de acuerdo con el Informe Anual 2015 de los Resultados de las Infecciones Asociadas a Servicios de Salud, hasta 3% de las personas que acuden por alguna necesidad de atención médica puede adquirir una infección provocada por bacterias resistentes. “En el documento se indica que en ese año se registraron más de 61 mil infecciones, de las que ocho mil 661 fueron del área pediátrica”, destaca.

“Una de las grandes preocupaciones para los pediatras es que de los 2.5 millones de nacimientos anuales en el país 10% son bebés prematuros, que requieren de atención en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y quienes son más vulnerables de presentar una infección debido a que su sistema inmunológico aún está inmaduro. Según el informe, en 2015 se reportaron seis mil 660 casos de infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos”, puntualiza Luévanos Velázquez.

Bacterias resistentes

Añade que el uso de antibióticos es uno de los factores más importantes para que se formen bacterias resistentes y si un paciente recibe en reiteradas ocasiones tratamientos con antibióticos seguramente las generará.

“La automedicación genera resistencia bacteriana porque las bacterias generan memoria y con el tiempo ya no reaccionan a los tratamientos antimicrobianos sencillos, sino que tienen que ser tratados con combinaciones de ellos”, comenta.

Por otra parte, resalta que estudios en México y a nivel mundial indican que entre 48 y 52% de las recetas médicas no están debidamente fundamentadas o dirigidas, ya que muchas de las infecciones son virales.

“El mayor número de recetas de antibióticos son para tratar infecciones del sistema respiratorio, a pesar de que la mayor parte de estas son de origen viral, por lo cual no existe motivo para dar un antibiótico”, alerta el presidente de la Asociación Mexicana de Infectología Pediátrica.

Sin nuevos antibióticos

De igual forma, Abiel Mascareñas de los Santos, investigador principal adscrito en Servicios Médicos de la Universidad Autónoma de Monterrey y en el Hospital San José de Monterrey, explica que desde hace una década la industria farmacéutica no desarrolla nuevos antibióticos.

“Nos preocupa que se han reportado casos aislados en diferentes puntos del mundo de personas con infecciones de bacterias resistentes a todos los antibióticos existentes, por lo que desgraciadamente han perdido la vida. De ahí, que sea importante tener un uso adecuado de los antibióticos”, coincide.

El informe Antimicrobial resistance: global report on surveillance (Resistencia a los antimicrobianos: informe mundial sobre la vigilancia) señala que la resistencia afecta a muchos agentes infecciosos distintos, pero se centra en la resistencia a los antibióticos en siete bacterias responsables de infecciones comunes graves, como septicemia, diarrea, neumonía, infecciones urinarias o gonorrea.

En el país, en 2008 el gobierno federal y la Secretaría de Salud realizaron un gasto cercano a los 950 millones de dólares en la compra de antibióticos y en la actualidad esta cifra podría rebasar los mil 40 millones de dólares.

A pesar del riesgo en el uso indiscriminado de estos medicamentos, solo 13% de los hospitales de salud pública cuenta con políticas de disminución del uso de antibióticos.

Mascareñas de los Santos resalta que el rol del pediatra en la disminución de este problema de salud es vital, ya que es quien determina si la infección es viral, bacteriana o alérgica, y así evita una mala prescripción y no dar antibiótico si el paciente no lo requiere.

En noviembre próximo se llevará acabo el XXXVI Congreso Interamericano de Infectología Pediátrica y el XXII Congreso Latinoamericano de Infectología Pediátrica, eventos sonde serán tratados temas como el uso adecuado de los antibióticos y el análisis de la resistencia bacteriana, el VIH-sida, la microbiología clínica, la enfermería infectológica y salud pública, entre otros.

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