Dan a elefanta Ely plan de manejo y cuidados médicos

Sufre los padecimientos crónicos degenerativos.

Elefanta Ely
Sedema
Redacción
Todo menos politica
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La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) confirmó que el plan de manejo y cuidados médicos de la elefanta Ely, desde su arribo al Zoológico de San Juan de Aragón, han sido los adecuados para atender debidamente los padecimientos crónicos degenerativos registrados hace cinco años.

Indicó por medio de un comunicado que Ely llegó en septiembre de 2012 al zoológico de Aragón, así lo constata el expediente clínico, mismo que registró un problema de artrosis degenerativa provocada por rotación de su extremidad o pata derecha, a la altura de su articulación, la cual pudo ocasionarse por una fractura mal consolidada, pero sin determinarse la fecha de la misma.

Otro problema que da cuenta el expediente clínico es la fractura de las uñas de todos los dedos de los cuatro miembros, así como un absceso con posible fístula en la rama mandibular izquierda.

La revisión del expediente, entregado tras la visita de inspección practicada, realizada por parte de los inspectores de la Profepa, constata que el zoológico ha dado atención y seguimiento al estado de salud de la elefanta Ely, por lo cual la última constancia del 7 de agosto de 2017 la reporta como un ejemplar clínicamente sano que ha evolucionado favorablemente al tratamiento aplicado.

Se constata que el personal médico veterinario del zoológico implementó un programa de manejo y atención clínica para Ely, que consistió en: sesiones de entrenamiento para dar el tratamiento y cepillado del área de la piel afectada y realizar el tratamiento de las uñas dañadas; asimismo para tratar el absceso mandibular y poder realizar la toma de muestras para cultivo y antibiograma.

El entrenamiento también permitió realizar exámenes físicos del miembro anterior derecho y la toma del estudio radiológico, señaló

La Profepa apuntó que dentro del actual historial clínico de Ely se indica que se trabaja en un programa de condicionamiento operante, donde se registran las diferentes horas de entrenamiento que se practican con el ejemplar diariamente, como son el acercamiento para la examinación de ojos, colmillos, tórax, cola, patas, orejas y trompa; cepillado de lomo, toma-dame, adelante-atrás.

Asimismo, se incluye la discriminación de objetos, para evitar que los ingiera y cause daño; la toma de muestras de sangre y rayos X, y la aplicación de inyecciones y de medicamentos orales.

Los inspectores observan que la elefanta recibe enriquecimiento ambiental con el propósito de cuidar los aspectos de conducta y facilitar el manejo físico.