El maestro Rodolfo Disner

El ceramista a la alta temperatura más importante de Chiapas ha llegado a los 81 años: Rodolfo Disner Clavería.

Redacción
Todo menos politica
Compartir
Rodolfo Disner
Foto, internet

Masha Zepeda
masha_zepeda@hotmail.com

El ceramista a la alta temperatura más importante de Chiapas ha llegado a los 81 años: Rodolfo Disner Clavería nació el 13 de agosto de 1930 en Huixtla; es el mayor de once hermanos (seis hombres y cinco
mujeres), de quienes él se hizo cargo desde adolescente con gran generosidad y decisión.

Su padre, ruso, llegó desde su lejana tierra a una opuesta a la suya, colmada de infinidad de tonos de verdes, lluvias colosales, animales exóticos y cálido clima.

Decidió echar raíces en la zona costeña de Chiapas, donde inicia la Sierra Madre, que atraviesa dos veces el estado, haciendo de su geografía, sinuosa y caprichosa, una cadena de montañas colosales que rodea a los hermosos valles, lagos y selvas tropicales.

Para festejar sus 80 años, en el último trimestre del año pasado la Universidad Autónoma de Chiapas editó un hermoso libro bajo el título La eternidad en la obra de Rodolfo Disner, el primero formal que reproduce buena parte de su obra, tanto pública y mural como sus polípticos, unipiezas y pintura de caballete.

El libro cuenta con dos textos: uno del coordinador de la edición, doctor Roberto Villers Aispuro, y otro de mi autoría. Calidad Creo que nuestro ceramista mayor, Rodolfo Disner, debe recibir todos los homenajes pendientes que se le han escatimado, incluso cuando le otorgaron en 2000 el premio Chiapas —que hace mucho se merecía—, que debió compartir con otro grande de la entidad, pero en la rama de la gráfica: el también maestro Ramiro Jiménez Pozo.

Nadie duda de que ambos se lo merecían y desde hacía tiempo pero, ¿por qué permitir que el desorden y la decadencia en que ha caído el antes honorabilísimo premio Chiapas se les diera al mismo tiempo, cuando por derecho propio lo debieron haberlo obtenido por separado, tal y como sus grandes aportaciones al arte lo merecen?

Este es, sin duda, uno de los principales retos en el área cultural que ahora deben superar, en la nueva administración chiapaneca, quienes tienen la magnífica oportunidad de rescatar y darle la dignidad perdida al premio Chiapas en la rama de Artes y Ciencias.

No se debe permitir más que los premiados sean elegidos a capricho de gobernantes en turno. Asimismo, hay que tener como postulado que los miembros del jurado tengan una formación y una calidad moral que les permita decidir en forma libre.

Hoy mismo, en el Senado de la República, en la Ciudad de México, se puede visitar una muestra que representa varias épocas de la labor creadora del maestro Disner. Destaca una de las piezas recientes, Virgen mizteca, una excelente imagen mágica de La Guadalupana.

También están representados sus Cristos, su zoología fantástica, sus sensuales mujeres y la exuberante naturaleza que ha sido motivo de quehacer plástico en la alquimia de Disner, quien ha sabido utilizar los accidentes técnicos a la par del control que sólo lo da el oficio.

El libro se presentó hace dos semanas, en una emotiva ceremonia a la que asistieron la familia del maestro Rodolfo Disner, coleccionistas, paisanos, amigos, colegas, autoridades culturales del Distrito Federal, el rector de la UNACH, Jaime Valls Esponda —quien apoyó incondicionalmente la edición de este volumen— y el senador Zoé Robledo Aburto, impulsor nato de las artes.

Incluso se suscribió ese mismo día un acuerdo entre la Comisión Editorila del Senado y la UNACH, lo que dará pie a muchos libros que irán reconociendo el trabajo de nuestros artistas visuales chiapanecos. ¡Enhorabuena!