Los caminos de una obra son inciertos. Octavio Moctezuma pintaba un paisaje y el lienzo le pidió algo más. Decidió frotar o embarrar más color sobre la imagen para crear la sensación de que encima había agua. Así nacieron Cementerio marino y Acrópolis.
Ambos trabajos forman parte de su exposición Antropoceno y futuro perfecto, que se inaugurará el 3 de diciembre en la Galería V & S (Xola 1662, colonia Narvarte) y se mantendrá abierta al público hasta mediados de enero de 2016.
La serie empezó a ser cada vez más abstracta y los referentes concretos —léanse edificios o ciudades— desaparecieron y dieron pie a geometrías.
“El problema de la abstracción es bastante complejo. Abstraer significa aislar y hasta cierto punto descontextualizar, pero sin dejar de representar”, explica el artista en entrevista con Vértigo.
El proceso implica que los referentes dejen de ser elementos externos y cedan protagonismo a elementos internos del cuadro, como el color y las formas. Para Moctezuma las distinciones entre lo figurativo y lo abstracto pierden relevancia ante el sentido de la obra.
“Muchos artistas buscan un estilo personal, pero en mi caso lo más importante es explorar y experimentar. Si una pieza me lleva a la no representación, perfecto. Lo importante es descubrir y dejar que las cosas se den. Para esta exposición establecí unas reglas claras, porque el proceso me parece muy importante. Si el espectador observa con atención las pinturas descubrirá, de acuerdo al lugar desde donde mire, cómo se construyó la obra, porque en la medida en que te acercas o alejas el reflejo o brillo de la superficie cambia”.
El título de la muestra, Antropoceno y futuro perfecto, alude a la era geológica en que nos encontramos: investigadores y académicos llaman antropoceno al periodo que inició con la Revolución Industrial y caracterizado por el predominio del ser humano en el planeta, con los desastres ambientales que supone.

Inconformismo
Por medio de esta serie Octavio Moctezuma cuestiona el modelo de vida que nos rige. “El clima está cambiando y las ciudades crecen. Los recursos naturales se agotan, la ciencia y la tecnología tienen mucho que ofrecer, pero también es importante considerarlas y acotarlas porque muchas veces implican consecuencias indeseables y difíciles de prever. El calentamiento global es una preocupación presente en todos nosotros y por eso lo abordé de una manera oblicua y no frontal. La idea es que la gente piense algo sobre el tema, pero desde otro punto de vista”.
El pintor asume como un deber que el artista reflexione sobre el presente. “Necesitamos desarrollar un sentido crítico del mundo. No olvidemos que el arte moderno y contemporáneo nace del inconformismo: su constante es el cuestionamiento”.
Fiel a su vocación de tender puentes con otras disciplinas artísticas, el pintor hace guiños literarios y musicales. Vasos comunicantes dialoga con el libro homónimo de André Bretón y Pregúntale al polvo alude a la novela de John Fante.
El cuadro Futuro perfecto, uno de los más recientes de la serie, es inacabable, explica: “Quería recordar un poco las formas musicales de la fuga o la rapsodia, que se supone son estructuras musicales que se pueden prolongar indefinidamente. Por ejemplo, con el dodecafonismo Shönberg se propuso trabajar con los doce sonidos pero sin hacer caso de la armonía tradicional; yo quise hacer algo similar con la pintura”.
Realizados entre 2014 y 2015, los lienzos se valen de la geometría para crear un discurso simbólico y crítico. “Todo el tiempo estamos inmersos en espacios geométricos; por tanto, quería abordarlo desde una perspectiva estética. En arte todo se vuelve simbólico, hasta el color. De acuerdo a la teoría de la interpretación, prácticamente a todo le queremos dar sentido y para ello necesariamente le convertimos en algo simbólico; el arte está cargado de esto. Lo importante es generar un proceso de libre interpretación donde toda lectura es válida. En todo caso, a los artistas nos toca proponer objetos para que la sociedad se apropie de ellos y juntos construir un universo con referentes comunes. Creo que de eso se trata la cultura”.
