Alejandro Zárate
Son 20 años y, con ello, el fin de un ciclo.
El del mejor tenis que haya visto estas tierras. El de los mejores arcillistas del planeta en busca del guaje de plata. Los winners fulminantes del austriaco Thomas Muster, la agresividad de una raqueta española de Rafael Nadal, la elegancia al jugar de su compatriota David Ferrer y la fiel afición nacional para deleitarse de un buen tenis año con año: el Abierto Mexicano cumple su aniversario 20… justo en su torneo de despedida de la tierra batida.
El certamen que encontró la fórmula para hacer rentable un evento de categoría mundial sin depender de figuras mexicanas, cumple su primeras dos décadas de vida.
Además, el torneo de 2013, que se desarrollará del 25 de febrero al 3 de marzo en Acapulco, le dice adiós a la superficie de arcilla para dar paso a las canchas duras, una vez que la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) le dio el visto bueno después de años de solicitar el cambio.
La intención de mudarse a otro piso de juego va en dirección de hacer crecer al Abierto Mexicano, pues las mejores raquetas del mundo, en estos momentos, son los de superficie dura.
Además, el calendario 2014 acomoda a la fecha guerrerense como el torneo previo al primer Master del año, el de Indian Wells, en California, por lo que estos argumentos prometen para contar con los mejores del mundo en versiones venideras.
Contrastes
Es una evolución continua, que inició cuando se obtuvo una fecha ATP para la Ciudad de México. Ante la fuerte altura de la capital fue que se decidió mudarse al puerto de Acapulco en 2001, además de agregarle la rama femenil al conseguir la fecha en el calendario de la WTA.
Acto siguiente, se buscó ascender de categoría y así se alcanzó la etiqueta de ATP 500, para obtener el calificativo del mejor torneo de Latinoamérica.
Al ser este año su última versión en arcilla, el Abierto Mexicano cierra un ciclo que será recordado como el certamen que vio a Muster coronarse en cuatro ocasiones, cuando el torneo se disputaba en el Club Alemán; donde David Ferrer sacó su mejor tenis y alzó el guaje en los pasados últimos tres años; donde Gustavo Guga Kuerten logró ser considerado como el mejor arcillista latino de todos los tiempos…
Fue en esta misma arcilla donde despegó un entonces desconocido Rafael Nadal en 2005 para, meses después, iniciar un prolongado reinado en Roland Garros que lo ha visto campeón en siete ocasiones. Este recuerdo vuelve muy representativo el hecho de que para este 2013 regrese a disputar el torneo guerrerense. Un anhelo de la afición por aquel triunfo de hace ocho años.
Contrario a la historia que se ha forjado este torneo, el tenis mexicano ha vivido su peor etapa en estas últimas dos décadas. Un declive que ha limitado los festejos tricolores por motivo de alguno de los suyos. Leo Lavalle provocó una gran algarabía cuando consiguió el trofeo de dobles en 1993 y 1995, pero desde aquellos años no se ha vuelto a ver a un mexicano en las finales, en tanto que en las damas sólo Melissa Torres ha llegado hasta cuartos de final (en 2007).
Pese a esos resultados, el certamen ha centrado su atención por las raquetas internacionales que participan: Nadal, Ferrer, Muster, Nicolás Almagro, Gael Monfils, Fernando González, en varones; y en damas Venus Williams, Flavia Pennetta, Gisela Dulko, entre otras raquetas.
Un Abierto Mexicano que se disputa por última vez en la arcilla que tanta gloria le dio.