Mal y de malas, el club Real Madrid igualó 2-2 ante el Celta de Vigo en el juego de vuelta de la Copa del Rey, resultado que no le alcanzó al equipo “merengue” dirigido por Zidane y se quedó fuera de la competencia por un acumulado de 4-3.
El Celta de Vigo hizo bueno el triunfo logrado en el partido del Santiago Bernabéu (1-2) y se clasificó, por segunda temporada consecutiva, para las semifinales de la Copa del Rey.
Las lesiones en la defensa madrileña, Marcelo, Varane, Pepe y Carvajal, y el resultado adverso de la ida (1-2) animaron a Zinedine Zidane a situar al brasileño Casemiro como compañero de Sergio Ramos en el centro de la defensa, una apuesta que le dio mayor salida de balón a los suyos.
Desde el inicio el Real Madrid se adueñó de la pelota, aunque ese dominio no se tradujo en ocasiones claras de gol, ya sea por la falta de profundidad de sus extremos o por la solidez de un Celta que se multiplicó en la zaga gallega.
Antes de concluir el primer tiempo, la mala suerte se apoderó del cuadro dirigido por Zinedine Zidane y en el minuto 43 Kiko Casilla le ganó un mano a mano a Guidetti pero su rechace rebotó en los pies de Danilo y acabó en la portería.
En el arranque del segundo tiempo el guión no varió y Real Madrid tuvo la pelota en su poder pero los marcajes individuales de los defensores celestes asfixiaron a sus atacantes.
En uno de esos contraataques forzó una falta que Cristiano Ronaldo, con un potente disparo al lado del portero, transformó en gol al minuto 62 para ilusionar al madridismo con la remontada, la cual cinco minutos después rozaron Sergio Ramos, con un cabezazo, y Karim Benzemá con un remate cruzado.
Faltaban cinco minutos para el final cuando el danés Daniel Wass, incansable durante todo el duelo, logró el tanto que certificó el pase del club gallego, aunque Lucas Vázquez, quien entro de relevo, mantuvo vivo el sueño del Real Madrid con un remate de cabeza en el último minuto del juego pero que fue insuficiente para lograr la remontada.