La incertidumbre se mantiene en el mundo sobre cuándo se controlará la pandemia por el COVID-19 y en los deportes no es la excepción: el balón se encuentra detenido, con varias consecuencias negativas.
Prácticamente no hay actividad en ninguna liga, campeonato o serial profesional del mundo. La industria del deporte-entretenimiento se empieza a ver mermada, afectando principalmente en las fuentes de empleo e impactando en la economía de este sector.
Sin partidos se detienen las entradas por concepto de televisión, las de la taquilla, los de los souvenirs, el comercio de un evento deportivo, la caída de patrocinios y, por consecuencia, se dan recortes en las nóminas de los jugadores, cuerpo técnico y administrativos.
Es algo que pasa en la Liga MX, pero también en clubes europeos con gran poder financiero como el Real Madrid, Barcelona, Olympique y Bayern Munich, entre otros.
La misma situación sirve para reflexionar sobre lo frágil que es la economía de esta industria y lo elevados que se encuentran los salarios de los jugadores, que no soportan contratiempos.
Otra situación que la contingencia del COVID-19 devela es la cantidad de torneos que actualmente se disputan en una temporada en diversos deportes, en especial el futbol, y que ahora se tendrán que suspender. Están las competencias locales (liga, copa), las regionales a nivel de clubes y las supercopas, a las que se suman los compromisos con la selección que ahora van más allá que una Copa del Mundo y los torneos continentales.
Reinventarse
El mismo escenario es el que atraviesa la Fórmula 1, que por primera vez iba a disputar una temporada de 22 grandes premios, la más larga en 70 años, y que ante la pandemia ya suma dos carreras suspendidas y otras seis pospuestas. Aun en el escenario más optimista para reactivar el serial no dan las semanas en el año para reagendar todas las fechas afectadas.
Llegó la cordura en el comité de los Juegos Olímpicos de 2020 y se aceptó postergar la justa para realizarse hasta el verano del próximo año. Entre los atletas genera certidumbre, tan necesaria en este tiempo, para poder planificar y llegar en la mejor forma.
La nueva fecha de Tokio 2021, del 23 de julio al 8 de agosto, impulsará un cambio de fechas en varios campeonatos y, hasta nuevo aviso, tendremos un año atípico y totalmente deportivo, con Olímpicos, Eurocopa, Copa América, Mundial de Atletismo, de Natación, de Gimnasia, Clásico Mundial de Beisbol…
También implica revisar la situación de los que se clasifican por ranking, como los tenistas y golfistas profesionales, reorganizar los selectivos inconclusos y hasta cambiar estatus, como en el futbol, que solo permite a jugadores Sub-23, pero el siguiente año tendrán 24 años.
El paro también fuerza a las ligas a reinventarse en acciones centradas en acompañar a sus aficionados durante el confinamiento. La F1, por ejemplo, ha realizado competencias virtuales mediante su videojuego oficial con pilotos y celebridades. Hay quienes dan rutinas de ejercicio o los que han abierto su reserva histórica de videos. Todas estas iniciativas son bienvenidas con la idea de impulsar el mensaje de quedarse en casa.