Lewis Hamilton prepara en la Fórmula Uno un rebase histórico que lo ponga por encima del legendario argentino Juan Manuel Fangio y lo ubique como el segundo piloto con más títulos de la F1 en la historia. Esa sexta corona es su objetivo final en esta temporada 2019, que acaba de arrancar.
El piloto británico tiene todos los elementos para alcanzar este objetivo y, de paso, continuar su dominio en la categoría como lo ha hecho en los últimos seis años. Para ello tiene a Mercedes con el mejor auto y motor, con solo un rival real y posible de vencer: su propio coequipero, Valtteri Bottas.
El finlandés dio una muestra de que su oposición va en serio al llevarse el primer Gran Premio de la campaña en Australia el 17 de marzo. En su tercer año con la escudería alemana Bottas es el único en condiciones reales de competir con Hamilton. Su reto será mantener el ritmo competitivo, como en su momento lo logró el teutón Nico Rosberg, el único que ha conseguido vencer a Lewis al coronarse en 2016.
Ferrari y Red Bull son los otros equipos con el presupuesto y la ingeniería para pensar en frenar el dominio de Mercedes. La escudería italiana apuesta a lo que el alemán Sebastian Vettel pueda mostrar. No obstante, su conducción agresiva no será suficiente si no desarrollan con eficiencia el SF90. En Australia se mostraron particularmente lentos en las rectas, con una diferencia importante ante Hamilton y los autos de Red Bull.
La presión aumenta para Vettel, que ahora se encuentra con un campeonato por detrás de Hamilton y con un novato compañero de equipo, el monegasco Charles Leclerc, en su primer año con el Cavallino Rampante. La mayoría de los puntos que pueda lograr para la escudería dependerán de sus resultados.
Legado
Red Bull, el tercer grande, se encuentra en plena reconfiguración. Tomaron la arriesgada decisión de cambio de motor y de probar con la firma Honda en busca de tener mayor poder de decisión en la construcción y modificaciones de esta pieza. El tercer lugar conseguido por el holandés Max Verstappen en el GP de Australia es un buen inicio de que la decisión parece haber sido la correcta.
El francés Pierre Gasly se une a la escudería austriaca con la misión de mostrar que está a la altura de uno de los autos más cotizados de la parrilla de competidores.
Australia demostró que la real competencia se dará en media tabla. Durante la Q2 del GP inaugural en los tiempos entre el séptimo y el décimo quinto lugar la diferencia fue de tan solo medio segundo. Estos cronos tan cerrados también replicaron el domingo de carrera, con lo que se vaticina una dura pelea entre Haas, Renault, Alfa Romeo, Racing Point —donde compite Sergio Pérez—, Toro Rosso y McLaren.
Los Williams no dan muestra de mejora. Al contrario, en el circuito de Albert Park se mostraron aún más lentos. Lo más destacado fue ver de regreso al polaco Robert Kubica en la F1 después de su última carrera en la gran carpa en 2010.
La temporada 2019, con 21 carreras programadas, acaba de iniciar. Es una campaña con los factores puestos para que Hamilton escale un peldaño más para su legado como un histórico del deporte motor.