David Bowie no hará conciertos de nuevo, según declaraciones de su representante John Giddings durante una entrevista a la publicación Music Week.
El icono y genio del rock se considera retirado de los escenarios y es algo que, afirma el manager, le recuerda cada vez que lo ve.
“Cada vez que lo veo, incluso antes de empezar a hablar, él dice ‘no haré giras'; yo le respondo ‘no pregunté'", sentencia Giddings.
De ser completamente cierto (y no resulte tan sólo un “susto” precedente a un “David Bowie: El Tour del Adiós”), se trata de una oportunidad perdida para las nuevas generaciones que nunca admirarán a uno de los compositores más prolíficos en la historia del rock y de la música.
La noticia también nos recuerda el inevitable e implacable paso del tiempo y como, poco a poco, personajes como Bowie desvanecen su presencia en el mundo de la música, incluso si continúan su trabajo.
Y para acabar en un tono aun más fúnebre, léase la tragedia de que, en el mismo planeta en el que David Bowie ya no hace giras, una pifia mediocre como Maná, por alguna razón que escapa a los valores y al buen gusto, tiene conciertos pendientes hasta 2016.
¿Cuánto más habremos de esperar a que Ziggy Stardust venga a salvarnos?
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