La referencia es obvia y no tiene demasiada ciencia: The Dandy Warhols debe su nombre a Andy Warhol.
Hay algo de la palabra Dandy que va bien con el cuarteto de Portland, Oregon: su cantante, Courtney Taylor-Taylor, tiene esa actitud desenfadada y medio altanera del rockstar que aspira a la celebridad a merced de una música que con cierta destreza bordea los límites del underground y el pop armónico.
Formado en 1994, el conjuntó retomó un poco de The Rolling Stones, Lou Reed, T-Rex y letras de aspiraciones intelectuales a lo Simon & Garfunkel, para crear un sonido distorsionado y energético.
Menos depresivo que el grunge, movimiento dominante durante los noventas gracias a la estela de Nirvana, Pearl Jam y Mudhoney, los Dandy conservan algo del cinismo de quien va por la vida sin tomarse demasiado en serio.
Desde entonces hasta ahora han confirmado su perfil festivo. Son el tipo de bandas que para los grandes públicos no será más que un one hit wonder, pero que dentro de los circuitos periféricos son reconocidos como una agrupación sólida, cuya mayor genialidad consiste en la fuerza escénica y su poca pretensión estética.
Escuche, por ejemplo, Bohemian like you, el mayor éxito de los Warhols y verá a lo que me refiero; los ecos de Gimme shelter son claros pero bien aplicados.
Sin caer en figuras retóricas que engrandezcan a The Dandy Warhols, la realidad es que se trata de un proyecto cumplidor y tal vez un poco más. Su próxima presentación en México, a realizarse el 27 de febrero en el foro Sala (Puebla 186, Colonia Roma Norte), será la oportunidad para verlos en el espacio donde mejor se mueven: los foros chicos.
En su anterior visita, para el Corona Capital 2013, apenas dieron una pequeña dosis de lo que saben hacer. Han sido teloneros de paladares exigentes como los Stones o David Bowie, y llevan sobre su espalda la fama de brindar notables conciertos.
“Si seguimos en esto después de 20 años es gracias a la gente. Por eso los conciertos son tan importantes para nosotros, nos gusta entregarnos al público”, dice en entrevista con Vértigo la tecladista Zia McCabe.
“Hemos madurado”
Prima de Courtney Taylor, Zia es una de las columnas del grupo. Ocasionalmente usa el bajo eléctrico y a ella le toca vestir el sonido sicodélico, uno de los sellos de la casa.
“Podría decir que somos una banda democrática: todos opinamos y aportamos a la hora de armar una canción. Claro que al final siempre respetamos la figura del líder, quien es el encargado de las decisiones finales”, apunta.
En 1995, cuando apareció el disco Dandy’s rule, irrumpieron por la frescura y rabia de canciones festivas, aguerridas y pegajosas. Desde entonces, cada dos o tres años publican nuevas grabaciones. The Dandy Warhols come down, Thirteen tales from Urban Bohemia, Welcome to the Monkey House, The black album, Earth to the Dandy Warhols son los ladrillos que arman un muro. La piedra más reciente de la barda es This machine (2012).
Fieles a su promedio, McCabe adelanta que en 2015 publicarán un nuevo material de estudio. “No nos gusta imponernos un periodo fijo. Grabamos cuando lo consideramos necesario. Pero es verdad: este año editaremos nuevas canciones. No esperen grandes sorpresas en cuanto al sonido, es muy parecido al que nos distingue”.
Pese a ser antecesores de grupos como Artic Monkeys o The Black Keys, los Warhols admiten semejanzas pero tampoco sin exagerar. “En realidad no estamos muy familiarizados con los Artic Monkeys; su éxito no es más que la confirmación de la guitarra como un instrumento fundamental para el rock. Por mucho que avance la tecnología, un par de buenas guitarras bastan”.
Sin el apoyo de las trasnacionales, el conjunto cuenta con una discografía nutrida. Se subieron al tren de la renovación de la industria y por cuenta propia encontraron los mecanismos para mantenerse a flote. “No hemos tenido que sacrificar demasiadas cosas. Hay músicos que cuestionan los servicios de streaming como Spotify; no es nuestro caso.
Las ganancias que obtenemos por estas herramientas son limitadas, es verdad, pero no podemos olvidar la exposición que nos dan. En Pandora, por ejemplo, nuestro trabajo se difunde bastante bien. Gracias a esto la gente nos conoce y viene a los conciertos. Hoy las bandas viven de sus presentaciones. Actualmente son espacios que se comercializan y están abiertos a los patrocinadores. Incluso puedes negociar la realización de alguna película”.
Casi 20 años después no ha menguado la actitud irreverente de The Dandy Warhols sobre el escenario, aunque tras bambalinas sí los ha hecho más moderados. “En nuestro concierto del 27 de febrero nos verán en nuestra mejor forma.
Seguimos siendo explosivos”, advierte Zia McCabe. Sin embargo, reconoce que ahora, cuando varios de sus compañeros ya tienen familia e hijos, han bajado la velocidad. “Al principio éramos inmaduros, peleábamos mucho.
Hoy, ya descubrimos que las cuestiones personales no pueden afectar nuestro trabajo. Antes nos gustaba jugar con fuego, pero 20 años después hemos aprendido a moderarnos y a ser más respetuosos entre nosotros. No sé si sea el secreto para la permanencia de una banda, lo que sí sé es que es la fórmula que nos funciona”.