Lugares para una escapada de fin de semana del DF

Son opciones turísticas donde se combinan las obras de artistas contemporáneos con las prácticas artesanales de la población oriunda.

De paseo
Foto: José Juan Figueroa / Creative Commons
Yolanda Trejo
Todo menos politica
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Un fin de semana resulta suficiente para viajar a sitios excepcionales que cuentan con buena infraestructura turística y ofrecen actividades socioculturales y recreativas interesantes. Hacer un receso en las actividades cotidianas beneficia la salud y contribuye a mejorar las relaciones familiares.

Una escapada de dos días le permitirá conocer las costumbres de otros lugares. Le sugiero visitar alguno de los siguientes destinos turísticos: Malinalco o Valle de Bravo (Estado de México), Tepoztlán (Morelos), San Miguel de Allende (Guanajuato) o la ciudad de Querétaro.

Se trata de cinco opciones turísticas donde se combinan las obras de artistas contemporáneos con las prácticas artesanales de la población oriunda. Si bien cada sitio presenta características especiales, poseen en común un ambiente hospitalario y parajes naturales que despiertan la admiración del turismo nacional y extranjero.

Hospitalidad en Malinalco

La agradable temperatura y la variedad de fruta son una constante en esta población. Se realizan diversos trabajos artesanales y se elaboran productos de belleza con esencias naturales.

En la plaza principal destaca el enorme convento que en su interior deja al descubierto pinturas murales donde se aprecia la variedad de aves, flores y frutos de la región, además de símbolos religiosos. Se trata de una construcción tipo fortaleza que recuerda las catedrales y castillos de la Europa medioeval.

El tianguis (cercano a la plaza principal) resulta interesante por la diversidad de víveres y el pan recién horneado. Los artesanos tallan figuras en madera y realizan piezas de joyería y adornos.

La calle principal conduce a una capilla de barrio y a la parte alta del cerro donde se ubica la zona arqueológica. Hay que hidratarse y tomar aire suficiente antes de iniciar el ascenso. El camino está perfectamente identificado por una larga escalinata. El esfuerzo bien vale la pena. Al llegar a la parte más alta tendrá una panorámica excepcional. Destaca el basamento que preserva en su interior pieles de animales que representan a las antiguas órdenes guerreras. El sitio fue conquistado por los aztecas y está relacionado con la leyenda de una mujer llamada Malinalxóchitl. El águila, el ocelote y el monstruo de la tierra son algunas de las representaciones en este sitio sagrado. Por su ubicación geográfica se relaciona con el solsticio de invierno.

Aventura en Valle de Bravo

Es un sitio ideal para realizar diferentes actividades físicas, desde una caminata moderada para subir una peña hasta navegar en lancha o velero. Son típicas las casas de adobe con techos de tejas rojas.

El lago y los bosques cercanos dan oportunidad de vivir experiencias inolvidables. En la espesura del bosque se conserva un monumento budista que invita a la meditación. Hay recorridos turísticos en vehículos del tipo “todo terreno”. En materia de producción artesanal se han rescatado diseños y técnicas tradicionales propias de los pueblos mazahuas y se han confeccionado objetos, cojines y prendas con diseños modernos. Algunos espacios públicos se han revitalizado con la presentación de exposiciones de obras de arte.

En las cercanías puede visitar un centro de oración (Maranathá) ubicado en un espacio natural espléndido, así como la población de Avándaro donde puede realizar una caminata a caballo y revitalizarse con el ruido del agua que se precipita en forma de cascada.

Tradición en Tepoztlán

A poco más de una hora de la Ciudad de México se localiza este espléndido poblado que conserva su tradicional división en barrios y lleva a cabo uno de los carnavales más famosos del país.

El baile de los chinelos y la música que les acompaña dan realce a las celebraciones de mayor tradición.

La comida es otro atractivo importante: chiles rellenos, tortitas de colorín capeadas, salsa de molcajete, guacamole, frijoles refritos y tortillas hechas a mano.

Hay sitios agradables para disfrutar de un buen café, además de las neverías tradicionales.

La magia del lugar está presente en las costumbres de los lugareños, el paisaje montañoso y las leyendas, algunas relacionadas con el héroe Tepoztécatl y con el dios Quetzalcóatl. Abundan los cuarzos y las piedras naturales ensartadas en forma de collares, pulseras y dijes.

Subir el cerro del Tepozteco requiere de buena condición física. En la cima se conservan algunos vestigios arqueológicos. Las formaciones rocosas dan al paisaje un aspecto misterioso y mágico a la vez.

En el centro del poblado se ubica un antiguo convento dominico del siglo XVI habilitado como museo. El interior del templo conserva nervaduras góticas en la bóveda del presbiterio y una gran pila bautismal. El atrio es enorme; sus árboles ofrecen generosa sombra a los visitantes. En las esquinas se conservan restos de las capillas posas; también queda en pie la capilla de indios. Frente al templo descansan algunas campanas.

Romanticismo en San Miguel de Allende

La ciudad cuenta con espléndidas casonas y espacios religiosos. Se conservan obras de arte de diversos maestros del periodo virreinal y del siglo XIX. Es una ciudad para caminar y sorprenderse con las calles típicas, el mirador, los antiguos lavaderos, los paseos arbolados, las fuentes, las fachadas, los centros artesanales…

Además de los inmuebles históricos ofrece galerías de arte, museos y casas de antigüedades. Le sugiero visitar algunos espacios naturales como la Presa de Allende y El Charco del Ingenio, un espléndido paraje natural donde pasará una jornada inolvidable.

Por la noche San Miguel de Allende ofrece veladas musicales y teatrales, así como un ambiente romántico y bohemio en bares y restaurantes. Cuenta con excelentes hoteles; también hay hospedaje económico. Es un lugar para activar todos los sentidos y disfrutar de los más bellos atardeceres.

Elegancia en Querétaro

Leyendas de aparecidos, construcciones de cantera rosa y cielos despejados, además de un espléndido acueducto le esperan en la capital queretana. Puede hacer caminatas diurnas o participar en un recorrido nocturno. Visite diferentes museos y sorpréndase con los detalles y exuberancia del arte barroco. Disfrute las canciones de la estudiantina, la tranquilidad de las plazas, los andadores de arte y la belleza de las fuentes. Visite los conventos de monjas y la antigua estación de ferrocarril, así como los monumentos cívicos.

Aproveche sus fines de semana.

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