Los gatos pueden infectar a humanos de un parásito que podría alterar su comportamiento.
El protozoario Toxoplasma gondii se encuentra por lo general en roedores y revierte en ellos su miedo natural a la orina de los gatos, lo que hace que se acerque ellos para ser devorado y así el parásito se reproduzca en los intestinos del felino.
El doctor Jaroslav Flegr es un investigador checo que advierte la amenaza de cuando, mediante las heces del gato, su dueño humano puede infectarse e, incluso, ver alterado su comportamiento.
El investigador indicó que, tras series de experimentos, descubrió que los hombres infectados eran más propensos a “ignorar las reglas” y eran más “suspicaces, celosos y dogmáticos. Por su parte, las mujeres eran más “cariñosas”, “extrovertidas” y “moralistas”.
Tras 10 años de investigación, se descubrió el vínculo entre el Toxoplasma y enfermedades como e Déficit de Atención, Trastorno Obsesivo Compulsivo, esquizofrenia y pensamientos suicidas.
Con información de Vice.
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