Historia de la alcaldesa que hizo enojar a la mafia de Lima

Luego de pasar a la historia como la primera mujer que llega a la alcaldía de Lima, Susana Villarán hizo algo que ninguno de sus predecesores se había animado a hacer en las últimas décadas: intentó erradicar la informalidad y las mafias

Susana Villarán, alcaldesa de Lima, Perú
Foto: Internet
Agencias
Todo menos politica
Compartir

Luego de pasar a la historia como la primera mujer que llega a la alcaldía de Lima, Susana Villarán hizo algo que ninguno de sus predecesores se había animado a hacer en las últimas décadas: intentó erradicar la informalidad y las mafias que imperaban en el mercado mayorista de la ciudad y formalizar y reorganizar el caótico servicio de transporte público, que ahoga de vehículos chatarra y contamina a la capital peruana.

La combativa alcaldesa pagó caro su osadía. Se granjeó numerosos enemigos que no se quedaron cruzados de brazos y lograron convocar a una consulta popular este 17 de marzo en la que se decidirá si se las destituye o no.

Sus perspectivas de seguir en su cargo son inciertas. Hace 2 meses, el pronóstico le era totalmente desfavorable y un 60% de limeños afirmaban que iban a votar por el SI a la revocatoria de la alcaldesa, de acuerdo con la consultora Ipsos Apoyo. Pero la tendencia empezó a revertirse lentamente, lo que abre un resquicio de esperanza para Villarán y sus posibilidades de sobrevivir al referéndum.

Según el último sondeo de Ipsos Apoyo, divulgado el domingo pasado, el 50% de los limeños votará a favor de revocarla. La encuesta tiene un margen de error de más/menos 3,9%

En las últimas semanas Villarán ha sido tildada de “incapaz” y soportado apodos como “Lady Vaga” y “Villaharagán”.

Villarán, y varios analistas, dicen que los rivales políticos de la alcaldesa y algunos sectores económicos incómodos con su gestión alientan la revocatoria pues quieren que el municipio de Lima vuelva a ser una gallina de huevos de oro para contratistas donde campea la corrupción.

Precisamente las tareas más complicadas emprendidas por Villarán, como la reforma del transporte público y el desalojo y traslado del mercado mayorista de La Parada, son las que generaron un gran malestar y la percepción en las clases populares de que su alcaldesa no tenía sensibilidad social.

En el primer caso, muchos vendedores ambulantes que trabajaban en los alrededores de La Parada sienten que fueron despojados de su fuente de sustento, luego que el mercado fuera cerrado en una operación policial en octubre pasado que dejó como saldo cuatro muertos.

También los choferes de mototaxis y minibuses se sienten amenazados por la reforma del transporte que los dejará fuera de circulación para permitir solamente la operación de grandes autobuses.

La alcaldesa cree que el hecho de ser mujer ha influenciado en la animadversión que dice haber soportado desde el inicio de su mandato.

×