Un nuevo estudio confirmó que los músicos de rock y pop mueren de manera prematura con más frecuencia que la población general, y esta probabilidad llega a duplicarse entre los solistas, comparados con los miembros de bandas.
Investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool estudiaron a 1.489 estrellas de rock y pop que se volvieron famosos entre 1956 y 2009, desde Elvis Presley a los Arctic Monkeys, y hallaron que 137 de ellos (9,2%) murieron, lo que representa “mayores niveles de mortandad que los individuos demográficamente semejantes en la población general”.
Los investigadores rechazaron el “extravagante aunque infundado” mito popular de que los rockeros tienden a morir a los 27 años, como sucedió con Jim Morrison, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Kurt Cobain y Amy Winehouse.
El promedio de años al morir fue de 45,2 para los famosos estadounidenses y de 39,6 para los europeos.
El estudio también encontró que después de 25 años de fama, la tasa de mortandad de los famosos regresa a la normalidad, al menos en Europa.
La investigación también sugiere que el tristemente célebre estilo de vida del rock and roll no es culpable de todas las muertes de famosos.