No se aprobarán las reformas electoral y política en el periodo extraordinario de sesiones, sino que irán al ordinario; y la segunda vuelta quedará fuera de la agenda, aunque la prioridad de la oposición, se supone, son precisamente estas reformas: exigen al gobierno la reelección en todos los niveles, antes que debatir la energética y fiscal, que propiciarán un crecimiento urgente para el país y una importante generación de empleos.
El derecho a pedir, pues todo mundo lo tiene. No es criticable. Lo que está en tela de juicio es que los partidos se preocupen más por sus posiciones políticas que por el bienestar de los mexicanos. ¿O acaso me equivoco?
El diputado Jorge Herrera Delgado, del Revolucionario Institucional, dice que “está bien que los partidos pidan, que tengan sus prioridades. No lo refutamos, ni los descalificamos. ¡Bienvenido! Pero nosotros tenemos una visión de trabajo por México, que se ha reflejado en el Pacto, para que el país avance, incremente su crecimiento y genere empleos”.
Tiene razón. El caso es que los partidos quieren conservar sus cotos y cuotas de poder; el caso es que cumplirle al electorado es lo de menos. Si con la reelección van a conservar sus privilegios, ¿entonces?
“El Pacto por México no tiene la paternidad de nadie. Es una exigencia del pueblo, que se necesita para avanzar. Ha habido una mesa que ha manifestado la voluntad y el liderazgo del presidente Enrique Peña Nieto, porque se requiere voluntad para sentar en la mesa a los partidos políticos. Una voluntad que no se manifestó en el pasado”, reconoce el legislador del tricolor.
Pues sí: se ha visto la disposición para hacer realidad reformas antes impensables, por diversas razones. Y así, engolosinados los partidos, van por lo suyo, lo que deja. ¡Poder y dinero! Ya ve que hasta los que agonizaban recibieron oxígeno puro y hoy están en la lucha.
“Creo que lo electoral y lo político —agrega Herrera Delgado— le importa a los partidos y a los políticos, pero el Pacto por México es del interés de la sociedad mexicana; esa es la diferencia”.
Fernando Zárate Salgado, diputado perredista, considera por su parte que “se deben garantizar la división de poderes y el sistema de pesos y contrapesos. Por eso es necesaria la creación del Instituto Nacional Electoral (INE), para evitar el abuso de poder”. Muy respetable su punto de vista, pero hasta donde sabemos la división de poderes es un hecho. ¿O me equivoco?
Acepta el legislador “lo complejo que podría resultar que el INE diseñara, organizara y operara procesos electorales en estados y municipios”. ¿Entonces? ¿A poco con el INE ya no cuestionarán los resultados? ¡Mire nomás, qué maravilla! Eso es un mito genial. ¿O no? ¿Quién le cree? ¡Yo no!
El bolso de Laura…
Ahora le cuento que por San Lázaro se dice que no hay consenso para aprobar la ley general de educación y el servicio profesional docente; que los que siempre se oponen quieren incluir todas las demandas de la CNTE, para que todo siga igual. La pregunta que se hacen muchos es: ¿cuál es el objeto de la reforma, si quieren mantener todos sus privilegios los maestros reprobados?... También por San Lázaro se comenta que la comisión de Hacienda envió a cada uno de los diputados integrantes una copia del proyecto de dictamen de la reforma financiera; para sus observaciones, pues. Ah, pero que muchos no se darán por enterados porque no quieren que se apruebe, por lo menos en el extraordinario, porque está incluida en las de “moneda de cambio”. ¿Será?...