Diversos estudios indican que con los precios del petróleo a la baja, guerras internas y desestabilización, la lucha entre Arabia Saudita e Irán por el dominio regional en Oriente Medio podría traer mayor tensión para esa zona en 2015, dice la doctora Arlene Ramírez.
—¿Habrá cambios en las políticas de esos países o recrudecerá la violencia, ya de por sí de un alto grado en la zona?
—Oriente Medio tiene que reivindicar su postura respecto del grupo Estado Islámico, respecto de toda la inestabilidad que se genere, porque esa especulación es la que provoca inseguridad a los mercados. Esto había pasado antes, durante la crisis de los precios del petróleo en los setenta. Fue una situación muy parecida a la de ahora. La inestabilidad política en el área, y sobre todo la falta de intervención inmediata con inversión de Estados Unidos, por ejemplo, provoca entre otros factores esta gran caída del precio de los hidrocarburos.
Por otra parte, puntualiza, “encontramos a este grupo Estado Islámico que busca frenar el desarrollo de las naciones y evitar que se inclinen hacia Occidente. La realidad es que estos grupos lo único que están evitando es que la población se eduque, porque a través de la educación es como puede eliminarse esa radicalización o extremismo que lleva a estos grupos a hacer barbaridades como las que se han registrado en Pakistán, en Siria o en Libia”.
—Parecen actos que apuntan de manera incipiente hacia golpes de Estado e insurrecciones masivas…
—Cuando vemos a este tipo de grupos golpeando en Oriente Medio y África, observamos el polvorín más vulnerable que se haya registrado en ninguna época del siglo XXI. Y el gran problema es que estos golpes de grupos radicales continuarán durante 2015.
—¿Cuál es su análisis respecto de Israel y Palestina?
—Es interesante observar el desarrollo de este conflicto si tomamos en cuenta la propuesta del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para disolver al Congreso. Hay que recordar que en Israel las leyes se tienen que leer o poner a discusión tres veces y este fin de año se acaba de realizar la segunda lectura de esa propuesta. La siguiente lectura será en marzo y de ahí dependerá todo el proyecto entre la relación de Israel y Palestina.
Es decir, durante 2015 Israel podrá tener la capacidad de declararse como “un Estado-Nación Judío”, lo cual a decir de la especialista “no solamente cae en la parte de la segregación y la xenofobia, sino que además pone de manifiesto leyes que pudieran prohibir en lo absoluto cualquier tipo de asentamiento no judío en la región”, y eso obviamente sería un retroceso en las negociaciones de paz.
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