Derechos de los pueblos indígenas: desafío pendiente

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, el 73.2% de la población indígena vive en pobreza extrema. 

Ricardo Pérez Valencia
Todo menos politica
Pueblos indígenas
Foto: Cuartoscuro

Si bien este tiempo es casi nada para la rica historia de los pueblos originarios de nuestro país, lo es menos si consideramos que apenas el 13 de septiembre de 2007, como resultado de décadas de negociaciones entre los gobiernos y los representantes de los pueblos indígenas, la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Con todo, la celebración de este día es una oportunidad para reconocer a las comunidades indígenas, sus tradiciones, valores, idiomas y costumbres, así como impulsar la búsqueda de mayor respaldo de los gobiernos y de todos los sectores de la sociedad para encontrar solución a los problemas que enfrentan estas comunidades en materia de derechos humanos, medio ambiente, desarrollo, educación y salud, entre otros.

¿Pero qué tan importante es para los propios pueblos indígenas la conmemoración de esta fecha?

El propio Mardonio Carballo afirma que resulta relevante “porque apunta hacia los pueblos indígenas, parte fundamental de un país que no quiere mirar hacia la raíz; pero en una nación que tiene 68 lenguas originarias sería más importante aún preguntarnos qué se está haciendo para que esos pueblos sigan hablando sus lenguas; preguntarnos por qué en esos pueblos todavía se vulneran sus derechos humanos más elementales”.

Sería maravilloso, añade el escritor, “que el Día Internacional de los Pueblos Indígenas nos haga voltear a mirar a esos pueblos y tomar conciencia de que lo que a ellos les suceda terminará afectándonos a todos nosotros; es decir, que si dejamos que abusen de un pueblo estaremos dejando que abusen de nosotros mismos”.

Para José Jacobo Femat, presidente de la Central de Organizaciones Campesinas y Populares, “más allá de la conmemoración y de la foto” se requiere una verdadera comunicación con las comunidades originarias.

Es necesaria, explica, “una comunicación adecuada, permanente; porque simple y sencillamente la población indígena no conoce sus derechos y, ¿cómo ejerces un derecho que no conoces? Ese es el problema de nuestro país: la gente tiene necesidad de ser reconocida, de ser escuchada, de ser atendida en todas sus necesidades, pero muchas veces no sabe que tiene esos derechos”.

Radiografía

¿En que situación se encuentran hoy en día las comunidades indígenas de nuestro país?

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Conejal), al menos tres indicadores sobre pobreza siguen sin tener una mejoría en el periodo de 2012 a 2014, incluyendo por supuesto a las comunidades eminentemente indígenas, cuyo 73.2% de habitantes padece pobreza extrema.

En entrevista con Vértigo, la diputada Eufrosina Cruz, presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas de la cámara baja, señala que sobre todo hay dos grandes deudas pendientes con los pueblos originarios: educación y salud.

“El reto es inmenso. La pobreza extrema se concentra en los pueblos indígenas, pero desgraciadamente se vuelve botín político y la pobreza la ocupan para otros fines. Hoy el tema de la consulta a las comunidades y pueblos indígenas está atorado”, señala Cruz.

El Poder Legislativo, agrega la legisladora de origen zapoteco, tiene que hacer un seguimiento mayor de las acciones del Ejecutivo: “Debe establecerse un verdadero Estado de Derecho; la ley debe respetarse, hacerse respetar y permitir que el pueblo ejerza plenamente sus derechos. Particularmente los pueblos originarios”.

Por su parte, la activista de origen huahua Guadalupe Martínez, coordinadora regional de la Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México, dice a Vértigo que hay muchas comunidades que debido a la marginación no conocen sus derechos, “pero no por eso el Estado debe olvidar que esos derechos están en la Declaración Universal de la ONU.También tenemos el derecho a decidir. Aquí hay algo importante entre los derechos individuales y los derechos colectivos: la autodeterminación, la autonomía a tierra y territorio, el derecho a organizarse”.

Respecto de si esos instrumentos legales se cumplen en nuestro país, la diputada Eufrosina Cruz señala que el hecho de que la ONU reconozca el rezago que hay en las comunidades indígenas y su exigencia para que México se suscriba a los convenios internacionales es un avance, pero este ha sido gracias a la lucha de muchas mujeres y hombres.

Añade: “Sí, ha habido avances gracias también a la lucha de muchos compañeros y hermanos de las comunidades indígenas, no por voluntad de los gobiernos sino por la exigencia de nuestros hermanos indígenas”.

En otras palabras, quedan muchas cosas por hacer para que estos derechos que se han ganado los pueblos indígenas se cumplan: “El reto es ir construyendo una sociedad más justa para los pueblos y comunidades indígenas. Ahí esta el artículo segundo constitucional, así como el convenio 169 que México ha ratificado, pero que no se han hecho realidad”.

Retos

Por su parte, el ombudsman nacional Luis Raúl González Pérez, durante el conversatorio realizado con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, reconoce que hay avances favorables en el marco jurídico relativo a los derechos indígenas.

Sin embargo, subraya que en el ámbito legislativo aún hay trabajo pendiente que realizar, ya que solo en 22 estados existe un reconocimiento constitucional que garantiza ciertos derechos a los pueblos y comunidades indígenas.

En nuestro país, advierte González Pérez, “existen aún violaciones a los derechos humanos, tanto de los indígenas en lo individual como de sus pueblos y comunidades. Dichas violaciones se desarrollan en un ambiente de desigualdad, discriminación y pobreza, que a pesar de esfuerzos y avances en la materia persisten y constituyen un obstáculo que debemos vencer para lograr el respeto pleno a los derechos de nuestros pueblos originarios y de la sociedad en general”.

González Pérez pide no olvidar que históricamente no se han considerado las cualidades culturales de los pueblos originarios, lo que afecta de manera grave su derecho a la autodeterminación y origina políticas ineficientes con resultados muchas veces desfavorables.

“La protección y defensa de los derechos de los pueblos indígenas debe partir del reconocimiento y respeto de sus identidades, a efecto de generar un entorno donde las distintas identidades y culturas que integran nuestro país coexistan en un entorno de tolerancia, justicia e igualdad”, destaca el ombudsman.

En este sentido, la activista Guadalupe Martínez señala que este reto es principalmente de los pueblos originales, pero también el Estado tiene obligación de difundirlos y respetarlos: “Todos tenemos una corresponsabilidad desde los espacios en que estamos; algunos desde los medios de comunicación; otros desde donde trabajamos en pro de los derechos humanos; unos más desde los espacios de la educación, que es nuestra obligación dar desde niños hasta adultos. Y me estoy refiriendo también a personas mayores”.

El poeta Mardonio Carballo agrega, por su parte, que esta fecha tendría que ser un llamado de atención de la sociedad hacia la sociedad. “A toda la gente le encantan las lenguas y los trajes indígenas, pero es importante remontar esa cursilería folclórica y romántica para que este llamado de atención sea un grito de auxilio. Decirle a la sociedad mayoritaria que los pueblos necesitan de su apoyo para que el Estado cumpla con los derechos que les corresponden”.

México, concluye Carballo, “se enorgullece del indio muerto, se enorgullece de Teotihuacán, de Uxmal, de Chichón… Pero no les otorga el mismo valor a los descendientes de aquellos grandes arquitectos. Debemos plantearnos por qué un país que le debe tanto a los pueblos indígenas no quiere voltear a mirarlos; por qué un país que usufructúa un nombre náhuatl no quiere otorgar los derechos más elementales a los pueblos originarios…”