Las superbacterias resistentes a los antibióticos se han convertido en un serio problema de salud pública, pues son responsables de un incremento de 50% en la mortalidad por infecciones en los últimos diez años, situación que preocupa a epidemiólogos, sistemas sanitarios y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alerta sobre este fenómeno que se registra en todas las regiones y en forma acelerada.
La prescripción excesiva de antibióticos, la selección inapropiada de medicamentos, la autoprescripción y la falta de adherencia al tratamiento provocan la evolución de las bacterias, para las cuales se requiere una combinación de varios fármacos y muchas veces no se tiene éxito, destacan especialistas reunidos en el Tour Multidrogorresistencia 2015 que se realiza en esta ciudad.
“El mayor peligro es que estas bacterias, que por lo regular se encuentran en centros hospitalarios, se diseminen e infecten a otras personas fuera de ese espacio. Además de que en los últimos años no se han diseñado nuevos antimicrobianos”, advierte Miguel Sánchez García, adscrito al Hospital Clínico San Carlos en Madrid, España, quien señala que las áreas de mayor riesgo son las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y por ello se impulsa el Programa Resistencia Zero, cuyo fin es reducir en 20% el riesgo de que los pacientes adquieran infecciones por bacterias multirresistentes.
Aumenta resistencia
Precisa que el Programa Resistencia Zero se basa en la prevención a través de la higiene, tanto de instrumental como de superficies hospitalarias, así como en el uso de medidas barrera (mascarillas, gorros, gafas protectoras, batas, paños, sábanas y guantes estériles). También recomienda la asignación de un responsable en el control de los antibióticos, además del cumplimiento de una lista de verificación de factores de riesgo durante el ingreso de los pacientes, para identificar si son portadores de bacterias multirresistentes con el uso de pruebas rápidas.
Resalta que en “los últimos diez años ha habido un incremento enorme; en décadas anteriores, uno tenía una tasa estable de resistencia a la penicilina de 10%; ahora llega a entre 35 y 40 por ciento”.
El especialista destaca que las infecciones más comunes en la comunidad y hospitales son las infecciones urinarias, neumonía e infecciones sanguíneas. Los organismos que presentan mayor resistencia son las Gram negativo, el estafilococo aureus, klebsiella pneumoniae, escherichia coli y gonococos.
Miguel Sánchez explica que “el uso generalizado de antimicrobianos, tanto en el humano como en la agricultura y en la ganadería, donde de hecho ya en algunos países se ha prohibido su utilización para promover el crecimiento de los animales y no solo como medida de prevención de futuras infecciones”, también ha sido un factor importante en el aumento de la resistencia a los medicamentos de dichos microorganismos.
Y precisa: “Estamos viendo que las bacterias se defienden con una serie de enzimas que rompen grupos de antibióticos, al tiempo que baja su sensibilidad a los fármacos, en un escenario donde faltan nuevos antimicrobianos, porque la industria farmacéutica se ha ido retirando poco a poco de la investigación de nuevos compuestos”.
Ante ello, países de la Unión Europea ofrecieron apoyos económicos a los fabricantes de medicamentos para que trabajen en el diseño de novedosos antibióticos, ya que el riesgo de que llegue el momento en que no se cuente con el armamento antibacteriano es inminente.
Gasto excesivo
En ese mismo tono Dora Corzo, gerente médico del Portafolio Antiinfecciosos de Pfizer México, menciona que “las consecuencias de la multirresistencia a los antibióticos son una menor efectividad de los tratamientos establecidos, aumento del gasto debido a su manejo, mayor número de hospitalizaciones y estancia hospitalaria, así como mayor mortalidad por infecciones graves”.
La especialista destaca que tan solo en México el uso inadecuado de antibióticos representa hasta 62.4% del gasto anual de las instituciones de salud. “En México, los antimicrobianos son los medicamentos que más se venden y consumen. Representa un mercado anual de 960 millones de dólares y son prescritos a entre 60 y 80% de los pacientes con infecciones respiratorias y gastrointestinales, cuando solo los requiere 10% de ellos”, expone.
Otro aspecto que impacta en este problema de la proliferación de bacterias resistentes es la falta de medidas adecuadas de higiene entre la población y no contar con un esquema de vacunación actualizado, por lo que Dora Corzo recomienda llevar a cabo medidas de higiene como lavarse las manos para prevenir contagios de infecciones, contar con el esquema de vacunación completo y usar antibióticos solamente cuando lo prescriba un profesional de la salud, cumplir con las dosis y tiempo prescrito.
Por ello, en el país se implantó en 2010 la iniciativa para mejorar el uso de antibióticos, la cual busca prevenir y controlar estas infecciones mediante una venta exclusiva con receta y evitando la autoprescripción; aunada a super b y locales en hospitales de vigilancia y control de infecciones, así como programas de educación para médicos, farmacólogos y otros profesionales de la salud.
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