2016: año de la energía geotérmica en México

La geotermia es la energía proveniente del núcleo de la Tierra en forma de calor.

Martha Mejía
Todo menos politica
Energía geotérmica
Foto: Creative Commons

México es el cuarto país del mundo con mayor producción de energía geotérmica, con una capacidad instalada de 958 megawatts (MW) que aportan 7% de toda la producción mundial de esta fuente.

Esta energía renovable que no contamina tiene una proyección de crecimiento de 27.9% para 2035 a nivel global, de acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).

En el mundo la generación comercial de electricidad a través de la energía geotérmica se inició en 1913 y en México se realiza desde 1973. Hoy el país se ubica tan solo detrás de Estados Unidos (tres mil 342 MW), Filipinas (mil 968 MW) e Indonesia (mil 339 MW).

Hasta ahora esta industria ha estado a cargo de Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuya capacidad instalada representa casi 2% de la capacidad eléctrica total del país. En los últimos años ha tenido un crecimiento importante; sin embargo, para 2016 se perfila la fuerte participación de la iniciativa privada en la generación de esta energía.

¿Qué es?

“La geotermia es la energía proveniente del núcleo de la tierra en forma de calor y se extrae a través de las fisuras de rocas de la capas de la corteza terrestre”, señala en entrevista Edgar Santoyo Gutiérrez, investigador del Instituto de Energías Renovables de la UNAM.

Explica que debido a que se obtiene mediante el aprovechamiento del calor interior de la Tierra, se muestra como una de las energías renovables más prometedoras en el corto, mediano y largo plazos, ya que no depende de factores climáticos y tiene un costo competitivo en comparación con recursos como el carbón y gas natural, además de que su impacto al ambiente es casi nulo.

Según datos de la Prospectiva de energías renovables de la Secretaría de Energía, entre las mayores ventajas de la geotermia está su bajo costo de tecnología para la generación, que en promedio es de 52 dólares por cada megawatt-hora (MWh), frente a los 280 dólares de la solar a gran escala o los 100 dólares que cuesta la eólica marina y los 131 de la biomasa.

Santoyo Gutiérrez precisa que existen 2 sistemas para la extracción de este tipo de energía renovable: los hidrotermales y los de roca seca caliente. Los primeros se basan en el movimiento de las placas tectónicas, mientras que los segundos requieren de una fuente primaria de calor.

“Los sistemas de roca seca caliente que hay en este momento son proyectos piloto que se están comenzando a explotar. Los países que lideran esto son Estados Unidos, Australia y Japón. En México todavía no tenemos la tecnología disponible para explotar sistemas de roca seca caliente y es donde muchos grupos de investigación estamos trabajando”, explica Santoyo.

Apunta que no obstante los recursos naturales con los que cuenta el país, con respecto de la energía geotérmica esta no ha alcanzado su máximo aprovechamiento debido principalmente a que en el pasado México era una nación muy petrolera:

“El crecimiento era muy plano en cuanto a la explotación de estos sistemas; pero la alta disposición de recursos que tenemos actualmente en México de alguna manera da apertura a que en el futuro podamos incrementar de manera muy significativa esta capacidad instalada actualmente”, asevera.

Hasta el momento la CFE ha desarrollado y explotado cuatro campos geotérmicos en el país: Cerro Prieto, en Baja California; Los Azufres, en Michoacán; Los Humeros, en Puebla, y Las Tres Vírgenes, en Baja California Sur. Todos para el servicio público de energía eléctrica.

Adicionalmente ha identificado otro campo: Cerritos Colorados, en Jalisco. Aunque no existen plantas en operación, hay varios pozos perforados con un potencial evaluado de 75 MW.

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Hacia el futuro

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) emitió en 2014 los 2 primeros permisos para la generación de energía geotermoeléctrica, cuyos proyectos se ubican en Nayarit.

Uno de ellos corresponde a la empresa Mexxus Drilling International, firma especializada en perforación geotérmica, misma que se asoció con la islandesa Reykjavik Geothermal para conformar Mexxus RG.

El segundo fue para Grupo Dragón, empresa 100% mexicana, que lleva alrededor de cuatro años realizando estudios en el proyecto geotérmico Domo de San Pedro, en Nayarit.

En noviembre pasado, y por primera vez en la historia, la Secretaría de Energía (SE) otorgó la primera concesión por 30 años para operar un campo en Nayarit a la empresa Geotérmica para el Desarrollo, subsidiaria de Grupo Dragón, que forma parte de Grupo Salinas; esto como parte de la estrategia para que la iniciativa privada desarrolle los recursos geotérmicos con los que cuenta el país.

El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, detalló que la inversión inicial para el proyecto es del orden de los 2 mil 600 millones de pesos.

De acuerdo con José Pablo Fernández, director de Geotérmica para el Desarrollo, el proyecto de generación a base de vapor entrará en operación en el verano de 2016, en una primera fase con capacidad para generar 25 MW.

Por su parte Roberto Ramírez de la Parra, director general de la Conagua, detalló que la concesión otorgada incluye la perforación de 18 pozos para explotación y dos más para la reinyección de agua, a una profundidad de alrededor de tres mil 500 metros.

El permiso otorgado por la CRE es para generación de energía para autoabasto a clientes principalmente de Grupo Salinas, además de gobiernos municipales y estatales de Veracruz, Guanajuato, Querétaro y el Estado de México, pero el régimen flexible que otorgó la reforma energética hará que Grupo Dragón analice migrar la energía al mercado el próximo año, afirma el propio grupo.

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Especializados

Edgar Santoyo, investigador del Instituto de Energías Renovables de la UNAM, destaca que en los últimos años el gobierno, y en particular la SE, ha dado impulso para explotar energías renovables y así alcanzar 35% a 2024 en el portafolio energético del país.

“En los últimos años, a través de la creación del Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica (Cemie-Geo) se le ha dado impulso a la investigación y a tratar de vincular a la academia con la industria que es algo fundamental para hacer crecer la capacidad instalada”, indica.

Finalmente, Santoyo puntualiza que la última acción que también es muy importante resaltar es la formación de recursos humanos, es decir, la formación del talento mexicano que permita que en los próximos años se le dé continuidad a todas estas tareas de dominar las tecnologías y tener una contribución mucho más grande en el portafolio energético del país.

“En la UNAM trabajamos en diferentes programas de formación de carreras y posgrados encaminados a todas las ramas de energías renovables. Nuestro país está hoy muy comprometido en estas grandes tareas de formación de profesionales altamente especializados, que en el futuro le permitirán enfrentarse a estos grandes mercados que se perciben vendrán en el corto y mediano plazos para impulsar todas estas tecnologías”, concluye.  
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